viernes, 16 de diciembre de 2011

@.com


Tras destapar el tarro de Nescafé
comprobé que no tenía que esperar
como el coronel, sin octubre instalado en el patio,
pues ya alguien me había escrito. Eras tú:
guión bajo@punto com.
Y, nada, tras un clic, yo, que TKM,
te respondí al toque por celular con un mensaje misio
esperando coincidir más tarde contigo en el chat
mientras pienso en tu sonrisa metálica,
equina,
esa de los braquets con estrellitas
que, botada tú, muestras a los cuatro vientos
como signo exterior de carencias.
Pero, por ahora,
caballero nomás, con un vaso de magnesol
escamoteo la maldita depre
para enseguida atragantarme con un combo chatarra,
antes de que llegue la hora
en que, presurosa y displicente,
amorosa e inocente,
ingreses en la cabina
llevando en la mano tu imprescindible bolsita
casi vacía de la boutique "Platanitos"
y yo vea en la pantalla tu oceánico saludo:
olas, estás?
Y yo,
por supuesto, antipático e imprudente,
viejo verde y soñador, :),
estaré X100pre como un spam
entre tus ojos iluminados de cámara web
contagiándote mi alegría de oreja a oreja
en un emoticón de paréntesis cerrado sin
haber sido abierto,
o disparándote un beso a través del Skype.
Hasta que un clic
me recuerde que la soledad, viva y cruel,
ya no es un desierto
ahora es un bosque.