miércoles, 24 de enero de 2024

CUATRO POEMITAS SETENTEROS

Cuatro poemitas míos escritos durante los inolvidables setentas:

 

 

RELOJ SOLAR 

 

INTIHUATANA, siendo las 12 p.m.

Explicación UNO: Nunca he viajado a Machu Picchu; pero –importante es decirlo- esa piedra, de pie en actitud O’clock marca los minutos como mi reloj Olma Bimatic-waterproof, 17 jewels/

INTIHUATANA, en Cusco/Ombligo del Mundo/piedras en desfile escalado.-Por allí pasaron hombres y mujeres, muchos, con su cántaro a la hora exacta. 

        a) Prólogo a los dichos primeros indios gente llamado uariuiracocharuna…buena gente aunque bárbaros infieles.º

Fueron maltratados/despojados por las encomiendas, no se les respetó; y se elaboraron las Leyes de Indias, que parecían proteger a los del Pirú. 

        b) Recurso de Hábeas Corpus: vosotros no sois bestias, creed, vivid libres. Documentos: 

D.1.-La exactitud de la hora

D.2.-Los papeles desconocidos

D.3.-Los quipus. Los quipucamayocs eran sabios hombres que descifraban la estructura lingüística, apuntada, del Imperio Incaico. 

        c) Informe/conclusiones: Juez Ad Hoc, yo, INTIHUATANA digo: 1) O´clock: la exactitud de la hora, el orden, la estructura perfecta, suman el primer grado de elevación de la inteligencia. 2) “Ticeuiracocha Cayllauiracocha Camacruna Runac/ hincados de rodillas”/a Él adoraban.ºº Su destrucción fue útil a los de Pizarro. El Hábeas Corpus llegó tarde, o no llegó.

-¡fredom all political prisoners!/

Prisioneros en su suelo

(1973/in the world)

 

 

 

 

 

 

 

_______________________________________

º El Primer Nueva Coronica i buen gobierno compuesto por don Phelipe Guaman Poma de Aiala/ descubierto en la Biblioteca Real de Copenague en 1908. Versión paleográfica de Franklin Pease G. Y.

ºº Ibidem


***


APROXIMACIONES A UN POEMA DE AMOR PARA BÁRBARA 

 

Elaboración inicial.

Bárbara tiene los cabellos nazarenos

su mirada es débil como un rayo de luna

sus manos son suaves como la intención de este poema.

Hablaremos de la orquídea, Bárbara,

o de la azucena, en fin, hablaremos, hablaremos

(este paisaje despejado/ donde la mano del hombre

no ha intentado transformar su virginidad nos observa (¿nos observa?)

Descripción: ficus ancianos en fila india,

móviles criaturas prisioneras de las piedras;

cielo, como siempre (¿cómo siempre?) azul,

nubes atadas a su barriga hundida, etcétera.

Te descubres, Bárbara/ apareces/

llegassirena/ envuelodeprendasíntimas (sostenes, calzones);

habitación de parquet en tímida oscuridad.

Lo bueno & lo malo/ la represión, la conducción

de los instintos, etcétera.

(Necesaria disposición de todos los elementos útiles;

recurso imprescindible, en pos de tu amor)

EROS: conducción sublime de la intención amatoria:

tus piernas tibias, suavecitas.

(Y sus senos excitantes, Bárbara. Bárbara;

o el cuerpo emergente, ella:

y el descubrimiento del amor; las palabras toscas.

Bárbara, Bárbara, Bárbara.)

TANATOS: el rechazo: Bárbara, te odio;

cúbrete el sexo con una hoja de parra, sal a caminar/

el mundo nos observa, no debe mirarnos, no debe mirarnos, cúbrete.

BARBARA, BARBARA, BARBARA

Elaboración final: difícil amarte.

Aquí el sacrificio del deseo. No obstante,

es irremediable hablar de la orquídea.

Cúbrete Bárbara/ cúbrete: el mundo nos observa.


                                ***  

 

PALLASCA (AGUAFUERTE, EN LA ONDA DE CHAGALL) 

 

(De carne y hueso + tierra húmeda + hierba sumamente

Verde & cabras & ovejas que rebotan su idioma

Cotidiano en las paredes de barro de las casa atadas

Al cielo. Voz de madre como girasol en los patios:

Testimonio inagotable del día, te acuestas y la noche

Ya está durmiendo/ Gallinas cluecas -¡chisha!- espan-

Tadas: viejas perseguidas por la lluvia de relámpagos.

¡Corre, Cástula!, chicharrones con mote para la abuela.

Ramitos de patao entre los dedos, coloración de alegría

Asida a los ojos y las calles empedradas. Mayo, mayo:

Mi primer amor tenía escarabajos en las manos. Ding,

Dong, dang, campanas inquisidoras. Bañistas de Renoir

Buscando conejos zonzos en el cementerio. Con tu música de

Carrizo, toro de trapo, pelo de choclo sobre tu enjalma,

Se aleja la noche de almíbar, como pañuelo: lagartija la

Luna, se descuelga por el Chonta. Lavanderas han

Menstruado bajo los alisos y la cantárida en mi frente,

Cosquillea. ¡Ganarán virtudes, amigos míos, a las doce

En medio de las chacras; pero vuelvan al poblado,

Con el sol tierno en los bolsillos!)

Y a un costado, yo, pálido, con

El pantalón roto y el corazón oxidado, observando el

Suicidio de cungules en el manantial sin agua.


_________________                                                                                (Lima, circa 1979)

 

                                  *** 

 

BIRD/ HOMENAJE A CHARLIE PARKER 

 

Atando rayos, disolviendo

relámpagos , acallando truenos:

And it’s a hard rain’s a-gonna fall;

mojará calles y parques y

no podremos caminar, zapatos míos,

solo crecer, coger el instante agudo de

la altura donde todos seamos

un monosílabo: vamos a

juntarnos otra vez, Dizzy (Charlie,

eterno palteado

metal agudo tu voz se repite

en tiempos fuertes, como el

deterioro de la carne y los huesos).

Saxo y trompeta reincidirán

en  el pecado y nunca será

demasiado tarde para nuestro

canto encima de las nubes.

El pájaro rompe el cascarón:

alternativa, demonio de las

estepas, to be or not to be y

nada se pudre en esta comarca,

acuoso el ojo del cuervo se deslíe

en mi frazada.

Ni el excremento de un águila

sino la vibración, ni el gluglú del

desagüe y nada, ni la palabra (perico en celo

que se muere en sus alas) perdurarán

en la niebla. Séptimo Círculo,

3er. recinto, Jheronimus Bosch

en el infierno espérame con  tu

mirada de rana: el pata del bop

está por resbalar al Octavo,

átalo a tus telarañas. Y para mí

38 botas de vino más 3 cartas

de marear: El Mar Dulce, donde

el hipocampo y los piratas se confunden.

La sal de la rosa silvestre para

quien viene a la taberna con un

albatros degollado bajo el brazo. Y

fósforo para los atormentados,

más bencina.

Y las uñas de mis pies no van

a enredarse en las raíces que

se arrastran como babosas ni

pasto del arco iris será la

armonía monocroma de mi frente.

Fuego verde como hierba:

ad lib en tu colina de helechos

quiero amar esta cacofonía organizada,

rodeado por el olor del establo,

sin otra alegría que el viento

y sobre Gerión, trazando anchos círculos,

descender en medio del ardor

inextinguible de la sección cañas.

Que desaten los rayos

para derramarlos en mis cabellos,

nos bañen con relámpagos y

golpeen con truenos:

mal venidos a Elsinor. Qué caray!

Deschávate Charlie: inauguraremos

otra vez la celebración del pecado

en medio de bosques incendiados,

con los chirridos de pájaros obscenos que no mueren.

 

   _________________                                                                 (Lima, circa 1976)

miércoles, 10 de enero de 2024

TRES TEXTOS «INMORALES»

 

 BOB DYLAN Y EL NOBEL

 

Mi primera reacción, apenas supe lo del Nobel para Bob Dylan, fue expresar que se trataba de una "farandulización" del más importante premio literario que se otorga en el planeta. Me pareció -lo confieso- que los académicos suecos habían incurrido en una suerte de desnaturalización del concepto de literatura. Creí -más que por desconocimiento, por olvido- que las composiciones cantadas eran hechuras ajenas a lo literario. Craso error. Estoy convencido de que mi razonamiento estuvo contaminado con una pizca de "jugo biliar". Para tratar de sustentar mi opinión (aquello de "farandulización") me dispuse a revisar mis libros y puse "de vuelta y media" mi biblioteca. Lo que buscaba: géneros literarios. Estaba seguro de que solo iba a encontrar poesía, narración, drama, crónica, ensayo... Pero no. También encontré -dizque como "subgénero", que al final es lo mismo- canción. Efectivamente, la canción también es literatura: canción, canto, cantar, cantata. Para decirlo de la manera más simple y "menos intelectual", con una definición como la que desde niños escuchamos, la canción también es literatura, porque literatura es -simple y llanamente- la "expresión artística que se da a través de la palabra, escrita o hablada". Y algo más. La literatura y, concretamente, la poesía no nació con la palabra escrita, sino con la palabra dicha oralmente, hablada. El rapsoda, en la antigua Grecia, el juglar en la Edad Media, el Haravicu en el Incanato, ¿qué eran? Eran poetas orales. No eran escritores. Los grandes poemas homéricos son la más excelsa expresión de la poesía oral que, claro, nosotros ya conocimos como literatura escrita. No existe, nunca ha existido, una ley -ni natural, ni divina, ni jurídica, ni moral, ni literaria- que disponga u ordene que la poesía sea solo escrita, o que prohíba que se la cante. Ya no hay -no debe haber- fronteras ni jerarquías en estas cosas: lo escrito no tiene por qué ser más noble que la creación oral. Como en arte, en general: ¿por qué debemos alabar y subyugarnos solo al "arte académico" y soslayar o ningunear a lo que -con ánimo complaciente, pero al mismo tiempo peyorativo- preferimos llamar "artesanía"? ¿Recuerdan las actitudes de más de uno frente al Premio Nacional de Cultura que se le otorgó allá por los años de 1970 al retablista Joaquín López Antay? Casi todo el mundo dio el grito al cielo. Bueno, pues, volviendo al tema, la poesía también puede ser cantada, y es cantada. Y Bob Dylan canta. Y también escribe. Y sus cantos son poesía, y de altísima calidad y valiosa. Solo falta leerla (hay un buen número de libros publicados con sus escritos; yo tengo uno, el que aparece en la imagen aquí puesta, desde 1974). Y, por supuesto, el premio que acaba de otorgársele, el Nobel de Literatura, aunque haya ocasionado resquemor en muchos, la verdad es que es indiscutiblemente merecido. Es, como ha dicho Leonard Cohen (el favorito para muchos), “como ponerle una medalla al Everest, a la montaña más alta".

 

©Bernardo Rafael Álvarez

15/10/2016

 

***

 

APOLOGÍA DEL REGGAETTON (mi comentario impopular, como casi siempre)

 

Esto que aquí escribo, tal vez no sea apto para aspirantes a la santidad. Pero -aun pidiendo las disculpas del caso, anticipadamente: como parche antes de la herida- tengo que decir, de frente y sin anestesia, ¡no a la mojigatería en pleno siglo XXI! 

Es que lo que voy a afirmar seguidamente tal vez les parezca una apostasía y, por ello, puede que quieran recomendar que se me excomulgue: ¿Saben una cosa? El reggaeton es arte, señores. Aunque parezca -o, de hecho, sea- grotesco -ya en la forma de bailarlo, ya en muchas de sus letras insinuantes o directamente sexistas o machistas, incluso en lo desaforadamente ofensivo de sus propósitos- el reggaeton es y no dejará de ser arte. 

Explico. No toda manifestación artística tiene que ser agradable para todos. En música, no todo tiene que ser villancicos, poemas sinfónicos, valses vieneses o "estas son las mañanitas", o solo el estremecedor Carmina Burana de Carl Orff; como en pintura, no todo tiene que girar alrededor de la Mona Lisa o La Ultima Cena (de Leonardo, o La Procesión de la papa (de Gerardo Chávez); ni en poesía debemos mandar al tacho los poemas de Cátulo o de Bukowski, o los Documentos Secretos de Sodoma, de Espinoza Sánchez -que no son precisamente églogas o madrigales ni sonetos a la rosa-,  y quedarnos con "las oscuras golondrinas" de Bécquer o el Poema 20 de Neruda, o las Cartas secuestradas de Gonzalo Rose. 

Estética -sépase- no es la apología de "lo lindo o bonito"; la estética nos permite o nos da, digamos, lo que podríamos llamar (permítaseme esta licencia) las "herramientas conceptuales" para poder valorar lo que es bello, feo, sublime o elegante; no nos propone ni menos impone exigencias para asumir que bello es lo que no nos gusta (no conduce nuestros gustos): si no me gusta, por ejemplo, El vuelo del Moscardón, de Rimski-Kórsakov, pues no me gusta y punto, por más explicaciones que quiera dárseme; ya lo dice el dicho: de gustos y colores no han escrito los autores (ah, pero, por si acaso, a mí sí me gusta "El vuelo del moscardón"). Y, otra cosa, el arte no es un manual de urbanidad y buenas costumbres o de etiqueta social. 

Hay arte bello, feo, sublime, elegante: el que nos puede sumir en el llanto, en la profunda meditación, puede enardecer nuestro ánimo, soliviantarnos, darnos paz, hacernos exclamar "¡Qué lindo!", o puede resultarnos deplorable, incluso puede excitarnos sexualmente o hasta darnos asco (pero no porque su efecto sea desagradable deja de ser arte). 

Pregunto: ¿Las pinturas de arte abstracto, gustan a todo el mundo? Hay quienes creen que solo son manchas sin sentido ni significado, que son disparates. ¿Acaso por eso dejan de ser obras de arte? Las "malas palabras" no están ni tienen que estar vetadas en poesía, tampoco la sensualidad ni la insinuación sexual. Que hay arte grotesco, sí, lo hay; pero si usted no está dispuesto a escucharlo, verlo o bailarlo, es fácil: no lo haga. Como en cosas de la televisión, en arte también podemos manejar el control (remoto, o cercano): podemos elegir. 

Siguiendo al Diccionario para que la cosa resulte menos tediosa (y porque, además -ustedes ya lo saben-, yo no estoy para meter en mi escritura tecnicismos de "intelectuales" ni enrevesadas expresiones "cultas") diré que toda "(m)anifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros", es arte; y lo es, más aún, cuando genera efectos -cualesquiera- en una o varias personas: gozo y placer, emoción que puede llevar al llanto, dar paz, ser estímulo para la meditación, sublevar el ánimo, asombrarnos o dejarnos perplejos, ennoblecer el espíritu, darnos rabia, asco, etc. (Incluso -aunque a algunos se les revuelva la bilis- debo decir que en muchas películas pornográficas también hay arte). 

Ah, otra cosa. Tengo que decirlo, también, sabiendo que puedo ganar el infierno por ello. El por muchos maldecido reggaeton también es literatura, como lo es (no estoy haciendo comparaciones en cuanto a calidad, por si acaso) un canto de la nueva trova, un bolero, un himno patrio o religioso, un yaraví, etc. 

¿Una obra de arte merece o debe merecer la aceptación consensual de todos? Ojalá fuera así, pero no siempre lo es. También es válida la existencia de detractores y, aunque no lo crean, de asquientos.  

En arte, la libertad está por encima de todo, señores. Es, sobre todo, un rechazo a la sumisión. El arte y la poesía no son el brazo armado de la moralina, sino la expresión impura de la libertad. ¡No al "uniforme único"!, al menos en cuestiones de arte y de poesía. 

De lo que se trata, como decían los Saicos, es de "¡demoler, demoler, demoler...!". A demoler las prohibiciones y las inhibiciones. Que ningún gobierno o autoridad quieran administrar el placer ni la alegría de la gente, y tampoco la imaginación creadora. (Lo que acaba de ocurrir en Cuba es completamente reprobable y torpe: han prohibido el reggaeton; bueno, allí impera el reino de las prohibiciones y la real decadencia). El arte es y tiene que ser libre; y la gente también debe ser libre para elegir lo que le guste. ¡Abajo la censura! Usted, solo usted es quien debe decidir sus gustos y colores: ¿Le gusta el reggaeton? Apláudalo sin remordimiento, si desea; pero si no le gusta, ódielo si quiere, hable pestes de él y de sus intérpretes: nadie se lo va a prohibir. Repito, ninguna manifestación artística tiene que gustar a todos. Pero, que el reggaeton es arte, no lo dude: lo es de cabo a rabo, aunque haya "intelectuales" que digan lo contrario.[1]

 

© Bernardo Rafael Álvarez

19/02/2019

 

***

 

 BAD BUNNY. UNAS PALABRAS POR EL DIZQUE "HEREDERO"

 

Según la revista Time, este artista es heredero de Michael Jackson. ¿Heredero? No lo es exactamente. Lo que hace Benito Martínez Ocasio, el joven puertorriqueño de 29 años, planetariamente conocido como Bad Bunny, no es precisamente lo que hacía Michael Jackson, no tiene su estilo ni sus cualidades (por mencionar algo); es decir, como artista propiamente, no ha heredado nada del llamado «rey del pop»: no es su continuador. 

Ah, pero si algo puede ser común entre ellos son los millones, millones y millones de fieles seguidores, que gustan de su arte y reconocen y celebran, a rabiar, la expresión de extremado desenfado y libertad que pone de manifiesto en las cosas que compone y canta. 

Benito, es decir Bad Bunny, es un artista que ha tenido la osadía, como los creadores geniales, de incluso mandar al demonio los buenos modales. Sabe -es evidente- que el arte, uno de cuyos instrumentos es la voz (o sea, me refiero al canto, a las canciones), puede -legítimamente- no decir nada o decir mucho, decirlo con decencia o indecentemente, y puede expresar palabras o, si lo desea, solo emitir ruidos guturales. El arte puede ser un vehículo a través del cual se transmiten mensajes (de amor, de fe, de esperanza o de indignación, etc.), Con él se puede motivar la reflexión acerca del destino de la humanidad, u otras cosas; pero no es nada reprobable si el arte (como ocurre mayormente) es empleado solo para entretener, o generar emociones de cualquier tipo (eróticas, por ejemplo), incluidas aquellas aderezadas o «contaminadas» de «inmoralidad». 

El arte del canto no está obligado a ser (aunque podría serlo, también) un catecismo en pentagrama o un código deontológico (o sea, una relación de normas éticas) dicho melódicamente. 

Ahora, pregunto: ¿Algún artista ha hecho antes algo similar a lo que hace Bad Bunny? Creo que el más próximo (no por cercanía cronológica, sino por desenfado) es el italiano Adriano Celentano, autor de «Prisencolinensinainciusol» (1973): una canción que está compuesta por palabras que (como su título) fueron inventadas por su autor y que, simple y llanamente, no dicen nada, carecen de sentido y significado ("jitanjáfora", en la lengua culta, es el nombre con que se conoce a este tipo de textos): solo generan conmoción, frenesí; aquí, como muestra, cuatro versos de la canción referida: "Ai ai smai seslet / Eni els so co uil piso ai / In de col men seivuan / Prisencolinensinainciusol ol rait". 

Como Celentano (nacido en 1938) y Jackson, Benito Martínez Ocasio es también un artista genial: ha hecho algo nuevo, inédito y admirable, que prácticamente a muchos ha desconcertado y generado simpatías y -cómo no- también rechazo. Ha roto, desvergonzadamente (como debe ser), con los esquemas y criterios tradicionales (esos según los cuales el arte solo tiene que ver con lo "sublime"). Diría que, en buena cuenta, hoy, en pleno siglo XXI, este artista es -en la música- lo que hace cien años -en arte visual- fueron los dadaístas. El arte es atreverse y no es ajena a él la irreverencia; y eso es lo que hace Bad Bunny, aunque a una «mayoría microscópica» de intelectuales no le guste: no toda expresión artística - y lo de este puertorriqueño lo es- tiene que gustarle a todo el mundo; ah, pero, como sabemos, los seguidores que lo aplauden, porque gustan de lo que hace, se cuentan por millones, millones y millones, y -además- sus ingresos económicos, por ventas de discos y presentaciones, también. En todo esto, ¿tiene que ver, tal vez, el marketing, pesa lo comercial? Puede ser. ¿Es un pecado? No, y no es un atentado profanatorio ni sacrílego contra el arte.  Honor al mérito, pues, a pesar de detractores y moralistas. 

Es que -ya en otra oportunidad lo había dicho- «(e)n música, no todo tiene que ser villancicos, poemas sinfónicos, valses vieneses o 'estas son las mañanitas'». Y algo más: el arte no es sumisión: en esto no hay "normativa", directiva, consigna o mandato que valga. El terreno y la esencia del arte es la libertad.

(Bueno, finalmente, pido mil perdones a quienes puedan, por culpa de mis palabras aquí expuestas, haber sentido lastimada su sensibilidad artística y moral. Pero, caballero nomás: se tenía que decir y se dijo, pues. ¡Un abrazo!).

 

©Bernardo Rafael Álvarez

01/04/2023



[1] Le propongo algo que puede serle muy útil: el "método" del descarte, para comprobar si el, por muchos repudiado, género aparecido en Puerto Rico es o no es arte. Solo hágase este par de preguntas: Si no es arte, ¿qué cosa es?, ¿es ciencia, filosofía, gramática, agricultura, natación? ¡Es arte, pues!