Bernardo Rafael Álvarez
LAS ARMAS
MOLIDAS: "No solo representa el punto culminante del desenfreno creador de
Juan Ramírez Ruiz, es decir, el producto más elevado de una verdadera orgía de
trabajo protagonizado por el luminoso habitante de aquel casi oscuro 444 del
jirón Ancash (donde vivió durante un gran número de años). Es también la
rigurosa realización del proyecto llamado Hora Zero (...) "Por su afán
totalizador y su propuesta de un nuevo lenguaje como cabal signo de
ruptura."
Juan Luis Dammert Egoaguirre
¿Cómo
llegó JRR al 444 de Ancash? ¿Quién le pasó el cuarto? Muchos llegaron después.
Juan Luis Dammert Egoaguirre
Tibio,
tibio, pero probablemente cierto. El que vivía ahí primero era José Cerna, y le
dejó el sitio a JRR. Mucha poesía circuló por ahí, se pensó, se vivió. Hasta
ahora no he leído Las Armas Molidas.
Será motivo. No tengo el libro, lo buscaré.
Bernardo Rafael Álvarez
Supe que
los propietarios del edificio eran chiclayanos, paisanos de Juan; probablemente
llegó gracias a ese nexo. Cuando lo conocí, allí también vivía José Cerna. Y
uno de los extraños habitantes allí era uno al que le decían "Cara de
buque". Era el punto de encuentro, de conversación, de aprendizaje de
muchos. Íbamos muchos, realmente: Juan Carlos Lázaro, Guillermo Mercado, Rubén
Urbizagástegui, Ricardo Oré, Alberto Colán, Elías Durand. Un día de aquellos
años locos, llegó Joseantonio Suárez, fundador con Mario Santiago, de
"Zarazo", la revista inspirada en Hora Zero que fue el primer paso
para que después apareciese el Movimiento Infrarrealista con Roberto Bolaño y
los demás. Allí, en Ancash 444, fue donde
prácticamente se gestó la internacionalización del Movimiento fundado por
Juan y Jorge Pimentel.
Enrique Sánchez Hernani
Cierto.
Yo también fui algunas veces a ese cuarto, que era como entrar a una gruta (no
se veía nada) y luego de abrir la puerta desde fuera, metiendo la mano por un
cristal roto. No sabía que antes estuviese allí José Cerna. A José, pataza, lo
visitaba en su departamento del edificio de la cuadra 17 de la avenida
Arequipa, que tenía un ascensor de espanto. Allí vivía con Elías Durand.
Tulio Mora Gago
No sabía
que Joseantonio Súarez hubiese estado en Lima, Bernardo, al menos no lo dice en
su crónica que aparece en la antología nuestra. Lo que dice es que tuvieron
correspondencia que hemos publicado. Sé también por Raúl Silva que han
encontrado la correspondencia entre Mario Santiago y Juan y me pidió que lo
prologara. No me ha llegado aún su respuesta.
Fredy Roncalla
Gran
amigo y siempre recordado poeta. Cada vez en Lima aun paso por el jirón Ancash
antes de transcurrir por el centro. Un ritual que lleva décadas pero dentro de
una gran ausencia. Visitar al poeta en
Bernardo Rafael Álvarez
En
realidad, José Cerna llegó después al 444, y se fue luego a la cuadra 17 de la
avenida Arequipa, donde también vivía Elías Durand, con sus discos. Joseantonio
Suárez llegó con su pareja (creo que se llama Josefa, no recuerdo bien); con
ellos dos caminamos por el centro de Lima, Juan, Jorge Pimentel y yo. En
aquella época era el más notorio de la gente de Zarazo; en buena cuenta el
conductor. Mario Santiago, como todos sabemos, el más "loco" por lo
imaginativo, irreverente e "inconsiderado". Recuerdo, entre otras
cosas, que Joseantonio nos hablaba de Octavio Paz y de su disposición a rotular
a los poetas jóvenes comparándolos con los más conocidos; nos contó, por
ejemplo, que a un joven mexicano que se le acercó a mostrarle su poesía le dijo
tajantamente: "Tú escribes como Hinostroza". Allí, en el portón del
edificio, uno de los tantísimos días que fui a visitar a Juan, me enteré de la
muerte del otro Juan (Ojeda); había allí una notita escrita creo que por Jorge,
dándole a JRR la mala noticia. Nos fuimos al cementerio.
Tulio Mora Gago
Qué
extraño que Joseantonio no haya evocado ese recuerdo tan importante en su
crónica que está en la antología. Le preguntaré por qué lo omitió. Porque lo
que dice es que él regresó de Brasil a México y se conoció con Mario Santiago
en la UNAM, en un taller de poesía que dirigía Juan Bañuelos. Yo conocí a este
poeta, era de Oaxaca y formaba parte del grupo "La espiga amotinada",
poetas de denuncia social pero con onda coloquialista (tipo Cisneros o
Hinostroza, porque a Bañuelos, por ejemplo, le encantaba Saint John Perse) que
tuvieron algún protagonismo en el movimiento estudiantil que concluyó con la
matanza de Tlatelolco (1968). Más tarde (ya estamos hablando cuando yo estuve
allá) ellos dirigirían la revista "Vuelta", luego que Paz la dejó.
Fue a Bañuelos que Mario Santiago le pidió que renunciara a ser el director del
taller porque consideraba que no conocía de poesía. Y en esas circunstancias,
según escribe Chepetoño, es que Mario Santiago le mostró los libros de JRR y de
Jorge y decidieron sacar la revista Zarazo, contactándose por carta con
Juanito. Bueno, allí están las cartas publicadas. Chepetoño agrega que viajó de
nuevo (esta vez a Portugal, a la revolución de los claveles) y que Mario
conoció a Bolaño con el que formó el infrarrealismo. El resto es historia
conocida.
Bernardo Rafael Álvarez
A mí
también me parece extraño. Leyendo su texto cualquiera puede entender que la
amistad que mantuvo con Juan se dio únicamente a través de la correspondencia
epistolar. Joseantonio llegó al Perú en 1974, no recuerdo en qué mes, pero
estoy seguro de que no fue antes de abril; lo digo porque vino después de que
yo publicara, en enero de ese año, mi librito "Aproximaciones..." y
que en abril recibiera carta de Mario Santiago anunciándome que estaban por
sacar el segundo número de Zarazo en el que pensaban publicar algún poema mío.
Ese número de Zarazo (que habría sido el 1, porque el anterior fue el
"0") nunca llegó a salir. Es muy significativo y simbólico esto: el
número "cero", como un homenaje -voluntario o no- al Movimiento que les
inspiró, Hora Zero. La visita de Joseantonio se dio cuando ya estaba aquí Jorge
Pimentel, que había regresado de España con su hermoso "Ave Soul".
Vino, como ya lo dije, con su compañera, y usaba una especie de morral de
cuero. Tomamos unas cervezas en un lugar por el jirón Azángaro y, claro, él
pagó la cuenta. En aquella época aún no pensaban en el Infrarrealismo, pero su espíritu
compatibilizaba con el furor creativo e iconoclasta de los poetas de Hora Zero
cuya poesía los acicateó. Lo sabemos nosotros, lo reconocieron ellos y Roberto
Bolaño lo dijo rotundamente.
Bernardo Rafael Álvarez
Entre
otras cosas, en la carta que me envió Mario Santiago en abril de 1974 (tres
fragmentos acabo de publicarlos como foto) se refiere a Joseantonio Suárez así,
textualmente: "El Maestro joseantonio anda de excursión (A ver qué ONDAS)
por centroamérica / & debe acuatizar en esta gelatina sin cuajar, en unas
cuantas lunas más/". Da enseguida una explicación acerca del nombre
elegido por ellos para esa parte de nuestro Continente: "'Cretinoamérica'
es una Expresión de reconocimiento, de identidad autocrítica / cínica (quizás)
pero neta / al Grano / Que nos inmiscuye en una u otra forma a todos los nativos
de estas agrias licuadoras latinoamericanas..." La carta se despide con
muestras medio exageradas de euforia: "BESITOS A TODAS-TODITITAS-TODANAS
las chavalas peruanas (...) Un fuerte abrazo de patas para ti & tu tribu,
tu cuate Mario Santiago (Capricornio 1953)/ & demás copilotos nave ZARAZO/
paseando ya violentamente lúcidos..."
Juan Luis Dammert Egoaguirre
Alguna
vez me contó José Cerna de Ancash 444. Cuando el cayó por ahí, los dueños eran
unos -más que chiclayanos-, trujillanos. El pata no era Cara de Buque sino
Perfil de Buque. En una ocasión que José se fue a Trujillo, le dejó por un mes
el tocuar a Juan y a su hermano. JRR venia de una temporada brava de dormir en
carros de playas de estacionamiento, y desde ahí se empezó a quedar en ese
sacha INC, a ejercer el oficio de la poesía.
Bernardo Rafael Álvarez
Claro,
"Perfil de buque". Creo que él era hijo de los dueños.
Juan Luis Dammert Egoaguirre
Y su amá,
"Coja Pasión"
Tulio Mora Gago
Habrá que
hacer un segundo volumen de "Los broches mayores del sonido" para
recoger estos nuevos testimonios. ¿Por qué no publicas la carta entera de
Mario, Bernardo, para que todos disfrutemos de uno de sus primeros contactos
con la poesía horazeriana?
Juan Luis Dammert Egoaguirre
José
Cerna, (que tiene tb cuenta en fb) me dice, para precisar fechas: "el jato
de la Arekipay estaba en la 18
Llegué a
Ancash 444 una tarde de abril de 1972, que andaba caminando buscando tocuar en
el centro, y me encontré con Manganzón (el dorima de Coja Pasión) ahí en la
esquina de Awankay y Ankash, y le pregunté si sabía de algún alquiler por ahí,
y dijo sí, tengo algo que tienes que ver, etc.
Juan y
José deben haber llegado como en octubre-nov del 72
yo me fui
a la Arekepay en set del 73, en buena medida porque ya mucha gente yegaba a la
Ankash...,
Bernardo Rafael Álvarez
Precisiones
que hacían falta.
Bernardo Rafael Álvarez
Puse unos
fragmentos, porque tuve que salir temprano y además porque se demoraba esta
máquina. Voy a publicarla toda, transcrita con los símbolos y los caprichos
visuales de Mario Santiago. Es importante esta carta no solo como testimonio de
la relación de la gente de Hora Zero con los cuates mexicanos, sino también por
la carta en sí misma: la manera cómo la construyó.
Tulio Mora Gago
Bernardo,
esos fragmentos de la carta son increíbles y esperamos con ansiedad que
publiques la carta entera. Es una pieza valiosa para nosotros, como bien sabes.
Por otro lado, consulté con Jorge Pimentel y él me dice que no recuerda haber
conocido a Joseantonio Suárez y menos haber hablado con él sobre HZ. Lo asegura
porque agrega que un dato como formar un movimiento internacional no lo hubiera
olvidado nunca y me lo hubiera contado mientras escribía el prólogo. He releído
también el artículo de Chepetoño y en ningún momento menciona que pasó por el
Perú, sino por Brasil, Venezuela, Colombia y Centroamérica. En este caso
también, tratándose de cartas intercambiadas entre JRR y Mario Santiago, es
extraño que él no recuerde en su crónica que haya visitado el Perú cuando para
cualquiera que escribe sobre esa relación este era un dato fundamental.
Asimismo, siguiendo su crónica, la revista Zarazo salió el año 74 en México y
se envió a Lima a JRR. El mismo lo sostiene en la carta que publicamos y no que
lo presentó aquí en Lima. En resumen: tal vez te estás refiriendo a otro
mexicano. Lo sabré con más precisión cuando le escriba a Raúl Silva y
Joseantonio. Es verdad que los primeros
intentos de internacionalizar a HZ tienen su primer contacto en ese intercambio
epistolar entre Mario y JRR, pero la concreción de ese sueño se dio en 1975
cuando los infras fundan el infrarrealismo (y Chepetoño no forma parte del
mismo porque ya estaba de viaje a Portugal), año en que José Rosas Ribeyro es
expulsado del Perú a México por la dictadura militar, se hace amigo de los
poetas jóvenes de ese país y participa de la fundación del infrarrealismo, y
cuando Verástegui y Ollé viajan, gracias a la beca Guggenheim obtenida por el
primero, al mismo país. Desde entonces la relación se hace muy fluida, Bolaño y
Mario se integran, de algún modo a HZ y en esa condición participan de la
redacción del 2º manifiesto que dio reanudación a HZ que, para ser francos, en
1974 ya no tenía vida orgánica. Y se hace más fuerte aun cuando yo viajo a
México y establezco con Mario y los otros infras (ellos ya no tenían una vida
orgánica por el viaje de Bolaño y Montané a Barcelona) una relación más que
frecuente. Hay que investigar a profundidad este tema para no crear una visión
confusa. Nos interesa mucho en la medida que nosotros somos los protagonistas y
no investigadores ajenos al movimiento.
Bernardo Rafael Álvarez
Claro,
Tulio. Así se dio la internacionalización de Hora Zero. Yo solo dije que -como
creo que también es cierto- que comenzó con la relación epistolar de los
mexicanos con Juan Ramírez Ruiz; lo cual, además, es corroborado por las
palabras de Mario Santiago y de Roberto Bolaño, y aunque H.Z. orgánicamente,
digamos, ya no funcionaba, no hay que olvidar que (al menos eso es lo que yo vi)
Juan y Jorge mantenían una cercanía armónica y conversaban y se reunían a veces
(y allí estaba yo) incluso en la Plaza San Martín, hasta las diez u once de la
noche; Pilar también estaba con nosotros. Y, es cierto, Zarazo llegó a Lima por
correo, antes de que viniese Joseantonio. Él llegó, repito, con su mujer, una
chica joven y guapa. Recuerdo muy bien (no creo que sea un delirio), que ellos,
Juan, Jorge y yo íbamos por Carabaya (Azángaro no, en esto creo que me
equivoqué), caminando y conversando y por allí entramos en un Café y tomamos
unas cervezas. Un hecho anecdótico: como la vereda es angosta, delante iban
Joseantonio con su compañera y Jorge, enseguida Juan y yo. Yo -lo confieso- me
sentía feliz de andar con ellos y tal vez por ello, inconscientemente, caminaba
golpeando los tacos en el piso; Juan, al darse cuenta de eso, me pidió que no
lo hiciera porque, obviamente, resultaba algo antipático. Resulta extraño
realmente que Joseantonio no lo cuente en su crónica y que Jorge lo haya
olvidado. Voy a preguntarle a Juan Carlos Lázaro; es probable que él recuerde
algo porque estoy casi seguro que él también llegó a conocerlo porque
frecuentaba a Juan. Pero de que fue Joseantonio Suárez, no tengo ninguna duda. Me
gustaría conversar con Jorge, a ver si hacemos memoria.
Bernardo Rafael Álvarez
Caballero, nomás: al César lo que es del
César. En lo que se refiere a Jorge, me equivoqué. ¡Tantos años han pasado,
pues! Quien formaba parte también de la caminata por Lima no era Jorge, sino
Juan Carlos Lázaro que
estuvo en el grupo cuando tomamos las cervezas a las que me referí: y es
probable que haya llegado también Rubén Urbizagástegui (de esto si no estoy
seguro). Como muy bien recuerda igualmente Juanca (con quien acabo de
conversar), Joseantonio usaba barba, y su visita a Lima se produjo en 1974. Ah,
y la mujer de Joseantonio era, o es, Josefina. Los encuentros con Jorge se
dieron en otros momentos, ya después, y allí estaba en más de una oportunidad
Pilar. Pero, bueno, la pregunta se mantiene: ¿por qué Joseantonio no hace
ninguna referencia a esto en su crónica? ¿Quizás porque el propósito de ese
texto es únicamente dar a conocer cómo es que llegó a conocer a Mario Santiago,
y lo demás -para el caso- es más o menos adjetivo o accesorio? El mismo
Joseantonio lo sabe, y -supongo- él lo dirá en algún momento.
Bernardo Rafael Álvarez
Van
aclarándose las cosas, Tulio. Para reconstruir (o construir) la historia de
Hora Zero. ¡Bacán!
Tulio Mora Gago
Bernardo:
anoche me escribió Joseantonio y efectivamente confirma lo que escribiste. Él
estuvo unos días en Lima en 1974 y recuerda nítidamente los encuentros con Juan
y otros patas de HZ. Te transcribo la carta:
Apreciadísimo
amigo,
Te saludo
y ni sabes con cuánto gusto...
A través
del Jefazo Silva, casi siempre estoy al tanto de ti y de todos los honorables
peruanos que tienen que ver con nuestras ocupaciones y hasta con nuestras
preocupaciones, a veces.
Con gran
dicha me remonto cada vez que se toca, por cualquier razón, el tema de los
horazerianos y de inmediato me sintonizo con el mundo aquel que pudo ser.
Para
Mario Santiago y para mí, fue una revelación encender la mecha con el Perú por
allá, en la década de los años setenta del siglo anterior.
Como has
podido ver en lo poco de la correspondencia que se rescató, sobre aquellos
pasajes: inauguramos una amistad importantísima con Juan Ramírez Ruiz, y luego
de él -también de regreso, por supuesto- con los grandes "patas" de
entonces.
Después
coincidió que en seguimiento de las luces de Hora Zero, nosotros pensáramos en
Zarazo como el eco del enorme golpe de energía que nos irradiaba su
atrevimiento.
En
efecto, como lo consigné en el "prólogo" a lo de Mario: haciendo
saber que por el año 1972 o, 1973, yo había regresado de una larga gira -como
hippie- de Sudamérica, con especial énfasis en Brasil.
Luego
entablamos la amistad en lo de Juan Bañuelos; conocimos lo que hacían ustedes
por allá; garrapateamos el Zarazo y, poco después, las fuerzas del destino me
llevaron de regreso a mi tierra -Guadalajara, Jalisco- donde por la
intervención de un formidable amigo -Juan Valencia- me dieron el cargo de
"la literartura" en el Departamento de Bellas Artes del Estado.
A unos
cuantos meses, jalé a Santiago al occidente. Allá trabajaban con nosotros, los
poetas Carlos Próspero y Ricardo Castillo.
Por
aquellos tiempos de 1974, me surgió la posibilidad de un viaje a varios países
del sur: Perú, Argentina y Brasil, que realicé con la que entonces era mi
esposa, Pepita Sabre Marroquín.
Se trató
de una gira personal y por gusto, como enorme pretexto para encontrar a los
amigos, comprar libros y llevar tal vez, algunos Zarazos; pero traer de
regreso, todo el material posible para nuestras publicaciones.
El punto
G de ese raid, fue estar con Juan en el Perú. En efecto, con la idea subyacente
de hacer de HoraZero y de Zarazo una réplica latinoamericana. Eran las
motivaciones esenciales: la poesía y la sublevación. Porque me parece que Juan
y yo, vibrábamos más en esa onda, que el mismo Santiago o que Pimentel.
Por
supuesto que hubo muchas reuniones y muchas cervezas. Por allí, también alguna
plática o lectura de textos y hasta la presentación de nuestro periódico...
Claro que
debió de haber estado Bernardo más de una vez con nosotros. Si yo no lo he
mencionado con especial énfasis, es porque mi memoria tiene algo de teflón.
Pero también, porque el centro de interés era el abate JRR, para fraguar los
planes tanto y tanto acariciados -el arcipreste, lo llamaba Santiago-.
De
manera, que hay concederle toda la verdad a lo que dice Bernardo; no sé cómo le
hará para recordarlo y si hay modo, hazle saber de mi afecto y que, lo saludo
con grande alegría. Lo que acabó de cerrar el hermetismo de aquel viaje hacia
tu deslumbrante país, fue que Midori la compañera de Juan y Pepita, hicieron
muy buenas migas, de manera que, allá andábamos los cuatro juntos para arriba y
para abajo.
Las
conversaciones entre el abate -o archipreste- y yo, se hacían interminables;
era de madrugada y seguíamos en la guáguara. No sabes qué maravilla de
experiencia. De hecho, regresé de ese periplo muy bien nutrido, tanto, que acá
me tienes, como nuevo, a mis tiernos 65 noviembres.
Ya te lo
has de figurar: más para conversar, siempre habrá. Ni pa´ qué te aburro...
Mejor, te
esperaremos por estas tierras siempre, para echarle más agua a los frijoles y
dedicarnos a vacilar un rato. Si no, en cualquier día por allá andaremos
cayendo, para tomarnos muchas cervezas juntos...
Salúdame
a lo que queda de la flota ¿De Pimentel, qué ha sido? A ver si cuentas.
Mientras
que llega tu correo-E de retorno: te ruego que recibas un abrazo requete
apretado.
Con
enorme gusto, Mano.
De ti,
Joseantonio.
Tulio Mora Gago
Y esta ha
sido mi respuesta: Es un gran placer recibir una carta tuya, querido
Joseantonio, tan importante, porque siguen apareciendo novedades de nuestra ya
larga hermandad literaria. En esas líneas tuyas, confirmando lo dicho por
Bernardo, se perfilan nítidamente los originales contactos que se concretaron
formalmente cuando se creó el infrarrealismo (1975) y los posteriores vínculos
a través de antologías, revistas, manifiestos (en el 2º manifiesto que reactivó
HZ, en 1977, hubo participación de Bolaño, Mario y Montané), artículos, cartas,
viajes y sobre todo libros.
Te
agradezco infinitamente esta precisión y por supuesto informaré de manera
inmediata a Bernardo Álvarez, el único, creo, de los poetas de HZ de los que
conociste entonces, que han permanecido en Perú. Los otros que menciona
Bernardo, José Cerna, Rubén Urbizagástegui enseñan o trabajan en EEUU, y Juan
Carlos Lázaro nunca fue de HZ.
Anoche le
leí tu carta a Jorge Pimentel y efectivamente no recuerda haber participado de
alguna reunión durante tu permanencia en Lima. Y es que él acababa de regresar
de España y Alemania, donde se casó y estuvo un año (publicó allá su 2º libro,
el más memorable de esa época "Ave Soul", recientemente reeditado).
Sí recuerda que para entonces ya HZ estaba virtualmente en proceso de paralización
y como es público entre él y Juan no había una relación armoniosa. Por ejemplo,
durante su permanencia en España, intentó organizar con tres poetas jóvenes de
ese país una base horazeriana, para lo cual pidió permiso a Lima que no se lo
concedieron. Esta situación puede reflejarte la poca comunicabilidad que ya
existía entre lo que podríamos llamar dos grupos, al punto que Pimentel fue
"expulsado" del movimiento que Juan lideraba en Lima, nuevos
muchachos se habían incorporado (Yulino Dávila, Rubén Urbizagástegui, Bernardo
Alvarez mientras Cerna se mantenía con Juan) y del que se habían apartado los
fundadores (Jorge Nájar, José Carlos Rodríguez, Julio Polar, Mario Luna). Con
esos jóvenes es que publican una revista cuyo título solo fue Hora Zero y donde
no aparece Pimentel. Hacia 1975, cuando surge el infrarrealismo, HZ 1ª etapa ya
no existía y cuando lo reactivamos, en 1977, JRR aceptó participar a condición
de que se le cambiara de nombre, algo que no aceptaron ni Jáuregui, Pimentel,
Feliciano Mejía y Verástegui, entre los más notorios. Y entonces prefirió
separarse de ese segunda incursión que fue la más intensa y fructífera, en la
medida que cada quien fue pensando más en su obra personal (y el crecimiento
del movimiento en otros lugares como Huancayo y Cerro de Pasco, además del
extranjero), hubo más agregados teóricos al "Poema integral" y por supuesto
la confrontación con la poesía canónica se hizo más feroz. Los 80 han de ser
recordados por la época en que HZ plasmó su obra sobre la base de su poética y
al mismo tiempo la que signó la lucha feroz del canon contra nosotros. No deja
de ser coincidente que fue también la época en que surgió la guerra interna.
Como
verás son cosas, a la manera de "Los detectives salvajes" entre
chistosas y serias, como ocurre en todo movimiento (lo mismo pasó entre Anaya y
Bolaños, entre los infras), que al margen de esos sucesos deja obras,
influencia, rastro y huella, y eso es lo que nos interesa.
Me
hubiera gustado tener conocimiento de estos datos mientras escribía el prólogo
a la antología porque comprueba, como repito, los intentos iniciales (tanto en
España, con Pimentel, como en México y aquí, contigo y Juan a través de Zarazo)
de lo que más tarde fue la concreción de la internacionalización de HZ con los
infras y un poco más tarde, aunque no con la misma vbración ni perdurabilidad
del vínculo anterior, la creación de HZ-internacional gracias a José Carlos
Rodríguez y Verástegui, quienes lo impulsaron en París con poetas de diversa
nacionalidad de ese y otros continentes.
Pero ya
que estamos, ahora sí, directamente vinculados gracias al gran Raúl Silva,
alias Flash Gordon, sería maravilloso que de pronto escribas una crónica de ese
viaje a Lima que a lo mejor podría aparecer en la publicación que Raúl tiene
pensado sobre el intercambio epistolar entre Mario y Juan. Ya sabrás que
Bernardo tiene también una carta de Mario y es genuina -lo sé porque de
inmediato reconocí la caligrafía de Mario-, y quizá también sirva para la
edición de la Cartonera.
Te paso
el e-mail de Bernardo
cactusberal@hotmail.com
Un fuerte
abrazo, querido Joseantonio, a la espera de tu respuesta
Bernardo Rafael Álvarez
Extraordinario,
Tulio! Significa que la memoria no me ha sido tan infiel que digamos. Ahora
creo que solo falta precisar muy bien lo de Jorge.
Tulio Mora Gago
Lo de
Jorge es definitivo, parece: anoche le leí la carta y me volvió a afirmar que
nunca conoció a Chepetoño.
Bernardo Rafael Álvarez
No vaya a
ser que, efectivamente, él -Jorge- también haya estado con nosotros esos días.
Porque, repito, aunque probablemente hubo algún distanciamiento entre Juan y
Jorge, lo que yo vi entonces fue una conversación en armonía (hablo del 74).
Pero creo que una cosa se ha aclarado, entre todo lo dicho: que la
internacionalización de Hora Zero comenzó a gestarse en esa relación, primero
epistolar y luego con el encuentro personal de Joseantonio y Juan. Se impone,
creo yo, la necesidad de dibujar la historia de esta relación HORA ZERO/ZARAZO
e INFRARREALISMO, que -definitivamente- ya está en la Historia.
Bernardo Rafael Álvarez
Bueno,
pues, entonces, quedó claro lo de Jorge. Esta carta de Joseantonoo es un
documento muy valioso.
Tulio Mora Gago
Parece
que no, ya le insistí y no recuerda ese detalle que él cree es importante y por
lo mismo lo tendría muy vivo en la memoria. En cuanto a la
internacionalización, efectivamente lo de Zarazo está ya consignado en el
fragmento del prólogo de Joseantonio al libro de Mario que publiqué en la
antología. Lo que no hubo fue concreción de ese contacto, algo que sí sucedió
posteriormente con el lanzamiento de la 2ª etapa de HZ. En resumen, hay más
datos para escribir la historia de HZ que no ha sido, por cierto, hasta ahora
concretado. Como recordarás, en mi prólogo yo preciso que no quise hacer una
crónica memoriosa de HZ, ya que no me correspondía (lo prueba este detalle que
has destapado), sino a Pimentel y Ramírez, los firmantes de "Palabras
urgentes". Lamentablemente Juanito, Mario Luna e Isaac Rupay ya no están.
Habría, en todo caso, que pedirles a quienes fundaron el movimiento, que cada
quien por su lado haga su propio trabajo como genialmente han hecho Eloy y
Enrique en la antología. Ese debe ser el próximo libro por publicar reuniendo
además todos los manifiestos, algo que me han pedido muchos patas.
Bernardo Rafael Álvarez
Pero,
insisto: a pesar de lo que cuente Jorge y lo que haya sentido Juan, lo que yo
vi fue armonía entre ellos. En varias oportunidades anduvimos por el Centro de
Lima en grupo; incluso, como repito, algunas noches nos sentábamos a conversar
en la Plaza San Martín y recuerdo que allí una vez un fulano me pasó la voz
creyendo que podía alcanzarle algo de marihuana que, por supuesto, yo nunca
tuve (era cerca de la medianoche). Fue cuando ya habíamos leído Ave soul, con
prólogo de Félix Grande. En noviembre, el día de mi cumpleaños, fui a visitar a
Juan y -como ya lo conté- vi pegado en el portón del edificio una notita
avisándole de la muerte de Juan Ojeda y quien la firmaba era "Jorge"
y por eso digo que debió ser Pimentel. Juan llegó y nos fuimos al cementerio.
Por supuesto, allí también estaba Jorge.
Tulio
Mora Gago
Bueno,
querido Bernardo, el problema es que Pimentel no sabe usar una computadora,
sería mejor que te comuniques con él por teléfono. Así que de intermediario
hasta aquí nomás doy. Lo otro sería torturarlo, mismo grupo Colina, o meterme
en su memoria y creo que no estoy preparado para eso.
Bernardo Rafael Álvarez
Jajajaj.
Tienes razón, Tulio. Sí, voy a comunicarme, con él. Jajajaj. ¡Un abrazo, hermano!
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*Este diálogo se inició el 16 de junio del 2011, en Facebook.