Es que yo creo
que el grito con rabia no es más bello
que una palabra atada a tu bondad,
que la pataleta y el asalto al cielo
solo son la mueca retorcida y cruel
de los fantasmas de la infamia
y el opio torpe de la pesadilla que tritura sueños
y miente
Que la palabra
que la sonrisa
que el ser uno y trino
que el ser todos uno en nuestras manos
en nuestros latidos
en un abrazo sin pausas ni embustes
Estoy convencido
Que amarnos por sobre todas las cosas
contra la pólvora y la dinamita y el zonzo frenesí
del odio con acordes en sol menor y mala fe
Que mi voz no ha de apagarse porque lo quiera el milagro
mendaz de algún dios de pacotilla y verde olivo
Que no tengo astillas del muro en mi mirada
Que mi seso no es amasijo extraviado de ilusiones
y calendarios borroneados en los días que siguen al desconcierto
ni escondrijo de silencios y traiciones
sino el canto siempre nuevo de la libertad no lastimada
y la esperanza en pie sin magulladuras ni candados
Estoy convencido
Es que creo
y estoy convencido
y nunca dejaré de creer con esta almibarada ansiedad de primaveras y amaneceres
Y nada ni nadie ha de torcer
el caminar de mi camino
y tampoco la bendita terquedad de mi sonrisa
y mi palabra resquebrajando sombras
y temores
Porque mi camino seguirá caminando
al compás de ladridos
travesuras de niños
y destellos de vida
Con amor
© Bernardo Rafael Álvarez
23 de junio
2021/04:43 p.m.