viernes, 5 de junio de 2020

CARL Y JAMES

Bernardo Rafael Álvarez
Asu, lo que comía Leopold Bloom, con fruición (es decir, con un placer casi sexual): "sopa espesa de menudos (se entiende, ¿no? De menudencias), las ricas mollejas que saben a nuez (bueno, yo no sabía que las mollejas saben a nuez), un corazón relleno asado, lonjas de hígado frito (¡añañau!) con raspaduras de pan, ovas (hueveras) de bacalao bien doradas". Ah, y sobre todo lo que más le gustaba: "riñones de carnero a la parrilla, que dejaban en su paladar un rastro de sabor a orina (¡atatao!) ligeramente perfumada".
Saben de quién estoy hablando, ¿verdad? Claro, del personaje principal de una de las más monumentales y asombrosas novelas publicadas a principios del siglo XX, justo en el mismo año, 1922, en que apareció otra obra gigante: "Tierra baldía" de T. S. Eliot, y - ¿saben cuál otro increíble fenómeno, también?- "Trilce", pues, de nuestro César Vallejo. La novela de que hablo es de James Joyce, el escritor irlandés. Se titula "Ulises". Sí, ese es el título del libro. ¿No me creen? Pues, verán, en la contratapa del volumen que poseo (Santiago Rueda Editor, Buenos Aires, 1972), es Carl Gustav Jung quien -para que no quede duda- lo dice explícitamente: "El título Ulises se refiere al libro de James Joyce y no al asendereado (de senda o sendero: el que ha caminado un montón, digo yo, por siaca) e ingenioso Ulises de los remotos tiempos homéricos..." ¿Vieron? Así quién va a equivocarse. O sea, si usted tiene ante sus ojos, por ejemplo, el libro "La Niebla" de Unamuno, y se pregunta qué cosa es eso, ese título, deberá responderse así: "El título "La Niebla" se refiere al libro de Unamuno cuyo título es ese". Como decía mi querido primo Roberto Robles en nuestra escuela primaria, en Pallasca, "es fácil como decir dócil". ¡Ah, los editores, caracho!
Leopold Bloom, como dije, es el protagonista de Ulises. Y para serlo, digamos que el muy jijuna tuvo que sacar de su camino a otro personaje (Stephen Dedalus) y meterse por los palos a partir del cuarto episodio de la novela (episodio conocido como "Calipso", y que está exactamente allí donde comienza la segunda parte del libro). Lo dicho (lo de "meterse por los palos"), repito, solo es un decir, en realidad. Hablé de camino, ¿verdad? Bueno, no es un camino de regreso a una Ítaca como la de Homero y tampoco hay por allí lestrigones u otros peligros y menos una demora de veinte años en el retorno, ni un Argos que tras un lamido de alegría al reconocer al irreconocible amo termine desplomándose, sin vida, por viejo; ah, tampoco una mujer amorosa que teje y desteje. El camino de Bloom es otro, en el mismo lugar y con apenas una duración de un día, ese día que comienza a las ocho de la mañana, exactamente el 16 de junio de 1904, ahora conocido y celebrado como el "Bloomsday", en Dublín, Irlanda: día del orgullo en esa bella y agradecida ciudad, del orgullo literario, ¡sí, señor!
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Ah, y Jung, ¿quién es Carl Gustav Jung? Autor de, entre otras obras, "Lo inconsciente en la vida psíquica normal y patológica", libro para cuya segunda edición (octubre, 1918) escribió un prólogo en que dice lo siguiente: "La meditación del individuo sobre sí mismo, la conversación del individuo hacía el fondo del ser humano, hacia su propio ser, hacia su destino individual y social, es el principio para la curación de la ceguera que padece la hora presente". Bello, ¿verdad? Y, sobre todo, verdadero y rotundo, un sacudón, casi como una cachetada merecida. De ese libro tengo un ejemplar, en español, publicado por Revista de Occidente (la fundada por José Ortega y Gasset, ¿recuerdan?), en Madrid, en 1927. Jung fue un médico psiquiatra y psicólogo suizo, colaborador, en un principio, de Freud, y fundador de la psicología analítica; nació en 1875 y falleció en 1961. Aunque leyó, al revés y al derecho, el Ulises, medio que "no le cuadró", mejor dicho, no le convenció tanto que digamos.
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Bien, amigos queridos. ¿Se aburren, con esto de la cuarentena? Les cuento: la lectura ayuda a des/a/burrirse. ¡Lean, caracho! Y reciban, ahora y siempre, mi cariño.
(25 de mayo, 2020)