domingo, 29 de mayo de 2022

¿"PERULEROS" (¿Somos ¿peruleros"?)

¿Han visto? En el Diccionario oficial, aparece un adjetivo con este significado o acepción (además de otros, que no vienen al caso): “Natural del Perú, país de América”. Es el vocablo “perulero”. Aparece, pues, como si se tratara del gentilicio correspondiente a nuestro país.

 

"Perulero” era una suerte de apodo que desde los primeros años de la presencia hispana en estas tierras se usaba en España para nombrar a quienes, después de algún tiempo, regresaban a la Península, desde el Perú, muchos de ellos con cierta fortuna acumulada. Se le empleó, luego, para referirse a los nacidos en estas tierras, pero –tengo entendido- nunca como un gentilicio propiamente dicho, pues llevaba, más bien, una carga irónica, prácticamente una burla. El término incluso llegó a ser incorporado al Diccionario de Autoridades; pero, al menos en el tomo V (1737) no hace referencia a esto de que estoy hablando, sino a otra cosa: “adj. Que se aplica a la moneda fabricada en el Perú”. En un vetusto diccionario (de 1913) que conservo en mi biblioteca, aparece lo siguiente: “Que ha venido desde el Perú a España”; no "que ha nacido en el Peru", no dice que se trata de alguien “natural del Perú” (esto lo dice, pero en la entrada correspondiente a “Peruano”). Bien. Lo que se impuso, como el gentilicio, fue “peruano”, que es el que hasta ahora seguimos empleando legítimamente y con orgullo. El adjetivo “perulero”, en cuestión, prácticamente, desapareció.

Sin embargo, en el actual Diccionario de la Lengua Española (DLE) sigue apareciendo como si nada hubiera cambiado: “perulero”, “Natural del Perú, país de América”. No me sorprendería que, una vez más, la RAE se hubiera dejado convencer por el Diccionario de peruanismos de Juan Álvarez Vita”) y que, por tal motivo, haya terminado asumiendo que es un vocablo de uso común en nuestro país, lo cual no es cierto (es que, en estas cosas, no es aconsejable fiarse, ciegamente, de lo que dicen algunos libros); o, tal vez, pudo haber ocurrido que la Academia fue persuadida por el Diccionario de Americanismos, que también se equivoca al afirmar que se trata de un adjetivo peruano “popular” (“adj. Pe. Relativo al Perú. pop.”, dice). Repito, no es cierto lo que afirman estos dos lexicones. La verdad es que nosotros no usamos "perulero", y nadie lo usa para referirse a nosotros, (salvo, quizás, como broma); y menos lo reconocemos como nuestro gentilicio; los peruanos no somos “peruleros”, pues. "Perulero" es un adjetivo que, simple y llanamente, no se usa como gentilicio. (Si alguien me preguntara si soy chileno o colombiano, por ejemplo, yo jamás le diría que soy "perulero", porque sería ridículo y estúpido). Y, claro, tampoco es un peruanismo. Es evidente que nadie hizo la necesaria, conveniente y justa observación, ni menos la propuesta correspondiente ante la RAE.

Lo mínimo que debería hacer la Academia, creo yo, es corregir este lamentable error, y colocar, en el Diccionario, al menos, la marca que corresponde: “adj. desus.” (y tal vez, precisar que era usado en sentido irónico), porque sería lo justo (justo de justicia, y también porque se ajusta a la verdad). 

Ah, una cosa final. Lo mismo ocurre con el adjetivo "peruviano" que también carece de connotación seria: es usado igualmente con propósito juguetón.

 

© Bernardo Rafael Álvarez