“Leemos
y escribimos poesía porque pertenecemos
a
la raza humana, y la raza humana está llena de
pasión”. (“La Sociedad de los poetas
muertos”)
Sí
nuestra raza.
La raza humana.
Poesía con patas, tripas, rabietas, sueños y
sudores.
Lo más atroz y lo más bello de la Creación:
seres humanos,
haciendo y deshaciendo;
perversos hasta la pared de enfrente
pero divinos al mismo tiempo.
Irremediablemente insustituibles, siempre,
como la caricia,
la voz
y el corazón de una madre
(de la mía, que palpita en mi pecho sin pausas).
Poesía felizmente terca, mañana, tarde y noche;
retobada y perpetua. Gracias a Dios
y a nuestros pecados y travesuras.
Humanidad, desconcertante
y berrinchuda, a veces. Apasionada, siempre.
Protejámosla
de nosotros mismos. La necesitamos.
Nos hace falta, mucha falta,
a pesar de todo. Es poesía,
es pan
y es camino, incluso tropezando. Repito: con patas,
tripas, rabietas, sueños y sudores.
Nuestra.
¡Palabra que sí!
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10/5/2021 - 8:01 pm