viernes, 8 de marzo de 2013

¿CANGREJOS?

                                              La esperanza nos aguarda, pero en un abismo.

                                                                                                (Mario Benedetti)

 

¿Debería decir “¡cangrejos, zote!”?

Si lo que estoy escuchando es su llamado, voy.

Si solo es señal de la puerta del abismo, me acerco.

No me opongo a la luz,

no peleo con la sombra.

Ni exijo un puñado de tierra. Solo canto y sonrío.

Rechazo la lágrima, prefiero el aguacero.

Y que el horizonte sea un espejo que convierta al cielo en un eco de trueno

y al mar en una mirada infinita.

Flores no, prefiero los pétalos de la libertad y la alegría.

Que el mundo siga girando

y se agite como pañuelo, como un saludo,

tercamente, como un homenaje al universo

y al fuego.

Mi edad genital, triple, queda, fecunda, medio fracturada, permanece.

¿Qué es una guadaña? Solo una herramienta:

siega la ceguera y la hierba mala. La vida

continúa como dispersión de capullos

y bosque de cactus

carnosos y siempre húmedos.

Ya en el cielo como en el infierno.

Y en la tierra es un sembrío de sueños

y perplejidades,

pero cada día amanece soleado y fresco

como una bendición.

Como un poema aún sin dientes.

Y eso me hace feliz,

a pesar del camino y su descanso inesperado.

Amén.

                                                                                       (8 de marzo, 09:19 a.m.)