«Pucha, qué monse eres, causita: la jerma te da sajiro, y tú na' que ver».
¿Han escuchado alguna conversación en la que se digan cosas como la que acabo de mostrar? Está dicha, como ustedes lo saben, en castellano coloquial peruano. Allí aparece, entre otros, un vocablo que para muchos jóvenes posiblemente resulte extraño: "sajiro".
¿Qué es "sajiro" y de dónde proviene? El lingüista Luis Andrade Ciudad ha puesto atención en esto y, les cuento, a mí también me han entrado las ganas de indagar acerca del bendito término: a ver si puedo encontrar su origen. ¿Cuál creen ustedes que puede ser su etimología?
El DiPerú (Diccionario Peruano de la Lengua), dice lo siguiente respecto de su significado: «1. m. "coloq.". Momento oportuno para hacer algo»; «2. "coloq.". Señal intencionada con que se da entrada a que alguien haga algo». La primera definición también aparece, igual, en el Diccionario de Americanismos.
Las definiciones transcritas se acercan al significado de la expresión, pero creo que les falta claridad o, en todo caso, están incompletas. Si hoy fuera el momento oportuno para visitar a un amigo, no voy a decir, por ejemplo, que hoy tengo el "sajiro" para visitarlo. Si, por ejemplo, el vigilante de un banco me indica (obviamente con una "señal intencionada") que ya puedo acercarme a la ventanilla, ¿me está dando un "sajiro"? No; solo está comunicándome que ya puedo entrar. "Dar sajiro" es, digamos (en relaciones interpersonales), "romper una barrera" para facilitarle al otro el acercamiento que parece difícil; también equivale, en cierto modo, a dar permiso u oportunidad para hacer algo.
Pero, repito: "dar sajiro". Pues, "Sajiro", nunca (hasta donde yo recuerdo) se ha usado estrictamente como un vocablo independiente, autónomo; siempre ha ido de la mano (expresa o tácitamente) con el verbo "dar", y ha formado, así, una suerte de locución verbal: "Dar sajiro". Y su significado ha sido y es, en el Perú, darle "entrada" a alguien, no rechazarlo, permitirle que se nos acerque; "darle bola", "empelotarle", hacer caso a sus pretenciones (en México se dice "pelarle"). Tengo entendido que no es usado en otro país.
He leído por alguna parte que quienes usaban -mucho tiempo atrás- esta expresión ("dar sajiro") habrían sido arrieros peruanos refiriéndose a "soltar las riendas" o no tensarlas demasiado; o sea, se disminuía el control sobre la cabalgadura y, así, se le daba la oportunidad de sentirse más o menos libre. ¿Que de ese uso haya derivado el que actualmente se da? Podría ser, pero no me parece muy razonable y, además, no es tan creíble aquello que se cuenta: no hay manera de comprobar su veracidad.
¿Cuál será su origen real? Nuestra querida e inolvidable Marthita Hildebrandt, en su sección El habla culta, que tenía en el diario El Comercio (18/11/2019), decía, respecto de esta expresión, que era incierta su etimología. Pero cita un ejemplo que es muy interesante: «El mar me dio un sajiro y comencé a bracear con los tres [niños]».
Y digo que es muy interesante justamente porque acabo de enterarme -gracias a la información proporcionada gentilmente por el escritor mexicano Juan Carlos Escárrega- de que en la región noroeste de México, especialmente en el norte de Sinaloa, desde muchísimo tiempo atrás, hay una expresión ancestral (usada antiguamente por tribus de la zona costera, dice Juan Carlos) que hoy emplean los pescadores para referirse al hecho de esperar a que, después de la cuarta o quinta ola, bastante elevadas y peligrosas, que revientan en la orilla, llegue una más calmada, para que ellos puedan adentrarse en alta mar con el fin de pescar sin tener que enfrentar riesgo alguno. Esta expresión es "sajío", y su concepto y uso coinciden, en gran medida, con lo citado por nuestra ilustre lingüista: se trata del "sajiro" (o "sajío", como dicen allá) que el mar les da a los pescadores; es decir, una oportunidad propicia para el desarrollo de su trabajo.
Pensé, en un principio, que como en el caso de los arrieros, haría falta indagar más acerca de este uso y, especialmente, comprobar si aún continúa en México y si ha ido más allá de la región de Sinaloa; y, sobre todo, encontrar alguna prueba que pueda darnos la certeza de que, en verdad, fue esta expresión mexicana la que llegó al Perú y, andando el tiempo, se convirtió en "sajiro", y -de ser así- saber cuándo y cómo se habría producido aquella "importacion" lingüística. Juan Carlos manifiesta que sí se usa aún, pero solo -como ya lo dije- en la región noroeste de Mexico. Ahora, en cuanto a nuestro país, Lucho Andrade señala que ha comprobado que los pescadores del norte peruano, emplean este vocablo (que, en realidad, es el mismo del país azteca): "sajío". Sin duda, estos -los de Escárrega y de Andrade- son datos muy importantes y valiosos y merecen ser tomados en cuenta.
Considerando lo expuesto, creo que me arriesgaría a afirmar que ya no no es tan incierta que digamos la etimología de "sajiro": es muy probable que el origen de este vocablo peruano esté, como el de muchos otros, en México; que provenga, específicamente, de la voz mexicana "sajío", aquella que desde antaño emplean los pescadores del norte de Sinaloa. Entiendo, ello no obstante, que es conveniente seguir indagando al respecto para poder arribar a una conclusión más rotunda y definitiva; es necesario, también, saber -por ejemplo- cómo y cuándo se habría incorporado al castellano peruano. Hasta ahora, lo único indiscutible es que -solo fonéticamente, digo; no semánticamente- podemos asociarlo con el nombre o apellido japonés “Sajiro". Y, otra cosa también vale decir: los jóvenes peruanos de hoy prácticamente (he preguntado a muchos de ellos) no emplean la expresión "dar sajiro". ¿Será usado en algún otro país?
(Bueno, yo seguiré en la brega, caracho: a ver qué resulta😆).
© Bernardo Rafael Álvarez