PECADORES.
William Burroughs, mató a su mujer (claro, sin querer), y fue un drogo que
estaba casi siempre "duro" (hasta se dio el menudo trabajito de
venirse al Perú, y llegar a Pucallpa en busca de la famosa Ayahuasca; escribió
"Naked Lunch" y "Expresso Nova", dos novelones. Francois
Villón (apellidado realmente Montcorbier, y autor de "La balada de los
ahorcados"), fue un asaltante sin cura y mató a un cura (bueno, un
religioso), y hasta fue condenado a la horca, pena que fue conmutada y lo
mandaron al destierro. Louis Althousser, el gran pensador marxista (autor de
"Maquiavelo y nosotros"), extranguló a su mujer. Paul Verlaine
(especialmente recordado por este par de versos: "Llora mi corazón / como
llueve en la ciudad" -de "Romanzas sin palabras"-) estuvo a
punto (lo impidió la mala puntería) de darle muerte a Arthur Rimbaud, y lo
condenaron a dos años de cárcel. Álvaro Mutis, el de los "Relatos del mar
y la tierra", también fue condenado a prisión, pero por delito de
malversación. Fiodor Dostoyevsky -autor de "Crimen y Castigo"-
también fue condenado (a muerte, pero se salvó en el último minuto y fue
enviado a la Siberia), por el delito de conspiración contra el Zar. Gabriele
D'annunzio, el tuerto, autor de "Canto Novo", condecorado a
instancias de Mussolini como "príncipe de Montenevoso", fue el
precursor de una de las más asquerosas ideologías: el Fascismo. Otro Fascista
(y antisemita), seguidor sin remedio de Mussolini y que arengaba desde la radio
a los soldados norteamericanos para que desertaran y pasaran a las filas nazis,
también fue un escritor, un poeta: Ezra Pound, el del monumental
"Cantares". ¿Y el poeta de "Canto general"? Bueno, hace poco nos enteramos de que en la biografía de Neruda también había algo abominable: se avergonzaba de su hijita de dos años (Malva Marina) y la nombraba como "un ser perfectamente ridículo" y "vampiresa de tres kilos", y terminó abandonándola, sin misericordia. Ah, y también hay pecadores estrictamente literarios (los
plagiarios), como Arturo Pérez-Reverte, condenado a pagar 80 mil euros por
usar, sin asco, guión ajeno. Pregunto: ¿A todos ellos les lanzamos diatribas,
los condenamos "moralmente" -a estas alturas de la vida y
la historia- y echamos al fuego sus libros? ¿O es que alguno de ellos sí
merece el rescate y la presea de la eternidad? ¿Tal vez el afortunado pudiera
ser el ruso porque quiso tumbar a Nicolás I, es decir, hacer una "buena
obra" ("revolucionaria"), y los demás no? ¿Y quizás también Althousser,
por ser marxista o porque su crimen lo cometió en un estado de
desequilibrio mental? ¿Ah? Creo adivinar la muy "serena",
"racional", "desapasionada" y masiva respuesta de la
comarca letrada de Lima (algo así como un "ni pa' mí, ni pa' ti): Todos
ellos se salvan -dirán-; el que se jode (aunque no haya cometido delito alguno)
es Vargas Llosa, ¡por neoliberal! Les apuesto, paisitas; esa sería la
unanimidad. 😅 Bueno, la verdad es que, en estas cosas, nada tiene que ver lo extraliterario, por más reprobable que sea. El
escritor puede, personalmente, ser una reverenda cochinada, pero eso no incide
-no tiene por qué incidir- negativamente en la calidad de su obra.
© Bernardo Rafael
Álvarez