Ver donde otros no ven, o no quieren ver, no es cosa del otro mundo. Es cuestión de ver únicamente; así de simple. Ah, pero para ello es recomendable emplear la mirada y dejar de lado las anteojeras y también la ojeriza. Apasionarse en la vehemencia, no en el odio ni en el fanatismo. Ser tolerantes, pero no tontos. Ser perspicaces, no adivinos. Ser claros y objetivos. Ser decentes y sinceros. Justos. No esperar el aplauso fácil. Buscar la verdad. Respetar.
viernes, 27 de enero de 2012
¿ENCUBRIMIENTO?
martes, 24 de enero de 2012
¿AMNESIA COMO REMEDIO NACIONAL? (2)
lunes, 23 de enero de 2012
¿AMNESIA COMO REMEDIO NACIONAL? (1)
¿Las guerrillas hicieron eso? Hasta donde sé (y en verdad sé muy poco; soy, para decirlo, con propiedad, un real ignorante) en el Perú -mucho después de lo que ocurrió durante la Campaña de La Breña), las únicas guerrillas fueron las de los años de 1960: Luis de la Puente Uceda, Edgardo Tello, Guillermo Lobatón, Máximo Velando, etc. Y tengo entendido que, ciertamente, fueron "parte del pueblo que encaró la lucha por la transformación del país". Pero nunca asesinaron a sangre fría y jamás mostraron "una sanguinaria vocación de aniquilamiento a todo aquel que no coincidiera con sus fórmulas".
Esto solo ocurrió desde mayo de 1980 hacia adelante. Fue práctica, vocación y teoría de los asesinos que tuvieron el descaro de autoproclamarse seguidores del "sendero luminoso de Mariátegui", cuando, en realidad, solo eran secuaces de un pobre diablo que con demencial soberbia se hacía llamar "la cuarta espada del comunismo mundial". Ellos no hicieron guerrilla; ellos ejercieron, con convicción, alegría (sí, pues, con alegría: acuérdense de su celebración con la danza "Sorba el Griego") y sin escrúpulos, el crimen, el terrorismo, la destrucción.
Fueron hacedores del mal. Hoy no pueden ser convocados para el bien. Sería una muestra de desprecio por nuestros muertos, casi todos hombres, mujeres y niños pobres de nuestro pueblo. Es probable que la guerra no haya terminada aún. Por ello no es digno (al menos no de parte de quienes dicen ser progresistas, inclusivos, equitativos, revolucionarios) mostrar los dientes en una sonrisa dizque "reconciliadora", como si aquí nada hubiese pasado. ¿Amnesia como remedio nacional? No, señores!
sábado, 21 de enero de 2012
¡ESE GOL, CARACHO!
miércoles, 18 de enero de 2012
¿CON LOS CRESPOS HECHOS?
El poeta Juan Cristobal dijo: La pregunta, tal vez única, que le haría al camarada Gonzalo o Abimael Guzmán es que me cuente ¿cuándo y dónde y cómo entró en combate él y contra quién combatió, en qué sitio y lugar?
Yo respondí: Todo indica que fue un terrorista que cometió sus crímenes con mano ajena. Es decir, cobarde.
El poeta volvió a intervenir: Completamente cierto, pero todavía hay gente de la izquierda, intelectuales, que no tratan de opinar sobre ello, nunca lo hicieron, ya es hora de hablar claro.
Dije yo: Es verdad que mucha gente de izquierda no se pronuncia con seguridad y entereza. ¿Por temor, por incapacidad para comprender las cosas, por solidaridad o virtual complicidad, o porque no les importa?
Charly Caballero intervino: Hola Bernardo comparto la indignación, pero toda esta arremetida mediática contra el MOVADEF lo está fortaleciendo. Y sugirió, además, un debate nacional sobre el asunto
Aquí mi comentario: Estamos de acuerdo, Charlie. La indignación es válida, explicable y justificable. Y, lamentablemente, hasta ahora no he visto una respuesta sólida que busque, como dices, ponerlos contra las cuerdas. Ayer, por ejemplo, vi a Ántero Flores Araoz y realmente no me pareció que sus argumentos fueran de abogado. Y reconozco otra cosa: mientras no haya una ley que realmente impida una inscripción como la del Movadef, el JNE podría darle luz verde y, nos guste a o no, esta gente sin escrúpulos como Crespo pronto podría estar riéndose en nuestras narices lo cual sería indignante y vergonzoso. Lo de Beto Ortiz puede no haber gustado a muchos, puede que haya gente que hable que ha sido una muestra de intolerancia de parte de él (yo también defiendo la tolerancia), pero en realidad no fue eso, pues al abogado ya le había permitido que hable todo lo que quiso hablar. Y fue suficiente. Pero quienes deberían dar respuestas, confrontarlo, racionalmente y de modo convincente y con la ley en la mano son los hombres de derecho. Todo el mundo puede y debe indignarse, pero la verdadera y más eficaz contradicción debe ser de carácter jurídico y político. A esto debe agregarse una cosa muy importante: que se les enseñe a los jóvenes la verdadera historia de lo vivido por nuestro país, por la gente humilde víctima de aquella década infamante. Y, claro, no debemos olvidar. ¡Un abrazo!
Agregué: Creo que el problema del JNE es que no hay una ley que prohíba la inscripción de partidos como el de Crespo. la Ley de Partidos vigentes (que viene del 2003) contiene cuestiones de carácter formal (estructura, funciones, elecciones, etc.) y los requisitos que exige también son formales únicamente; la única referencia no formal es la que tiene que ver con la paz social, defensa de la democracia, desarrollo nacional, educación cívica, etc., ninguna relacionada con la ideología o con los antecedentes de violencia, por ejemplo. Permite la posibilidad de tachas, una vez efectuada la inscripción, pero estas solo pueden ser hechas en consideración al incumplimiento de lo normado por la ley. No hay nada más. Yo insisto: la derrota debe ser jurídica (y política, es decir, con decisión del gobierno y el parlamento). La confrontación ideológica tendría que darse solo cuando (espero que no ocurra) este partido sea legitimado por el JNE, mientras tanto no. De lo que se trata ahora es de cerrarle las puertas.
Intervino el poeta Rodolfo Ybarra: Bernardo, no te enaltece en nada que hubieras "hecho lo mismo" que un periodista pederasta (defendido en su momento por un abogado pagado por el delincuente Crousillat); el mismo periodista que asentía ante las acusaciones de Luz Salgado sobre Gisella Ortiz y sobre los familiares asesinados en la Cantuta y Barrios Altos para embarrarlos como cómplices de terrorismo. Beto Ortiz no tiene autoridad moral para botar a nadie de un set de televisión, salvo que sea a sí mismo.
Respondí: Bueno, Rodolfo, en primer lugar hay una cosa: yo no estoy alabando ni reventándole "cuetes" a Ortiz; no hago apología de sus pecados, faltas, metidas de pata o delitos. Ese no es el caso. A pesar de todo lo que, como tú, yo repudio en este periodista, reconozco (porque este reconocimiento no colisiona con nada) simplemente el hecho puntual, específico, ocurrido hoy por la mañana; eso simplemente. Porque en ese momento (y este es el tema de discusión) no estaba él en cuestión, sino la desfachatez sin nombre de un abogado que pretende que el pueblo peruano reconozca y legitime a su grupo político que no solo representa sino que avala sin escrúpulos lo que hizo Abimael a través de sus huestes sanguinarias. Crespo ha estado en el programa de Ortiz ahora y eso es lo que yo he visto. Si hubiera estado en otro programa y el gesto y la actuación de otro periodista hubiera sido el mismo de Ortiz, lo hubiera aplaudido y hoy estaría diciendo que "haría lo mismo", porque no se trata de que yo esté interesado en imitar a Beto Ortiz por el hecho de ser Beto Ortiz. Pero es él quien lo ha hecho. Yo no creo que por haber sido de él este gesto sea deplorable y tenga yo que pasarlo por alto. No se trata, finalmente, de reconocer quién lo ha hecho, sino el que esto haya sido hecho: el desaforar a quien es representante de un grupo criminal que, creo, no merece consideración ni respeto. Así de simple.
Otra vez Rodolfo: No estás leyendo bien, el post original dice: "Yo también habría hecho lo mismo. Beto Ortiz cortó, hace unos instantes, la entrevista con Alfredo Crespo, etc., etc." La otra cuestión de la inscripción del Movadef es 'off de record', un sucedáneo del tema principal, o sea de alguien que se siente en sintonía con el pederasta Beto Ortiz.
Mi intervención: Eso sí suena feo, estimado Rodolfo; pero es tu derecho decirlo: "alguien que se siente en sintonía con el pederasta Beto Ortiz". ¿Quién se siente en sintonía con Beto Ortiz, quién dice que se siente en sintonía con Beto Ortiz? ¿Coincidir con una actitud de alguien (no con esa persona propiamente dicha), sea o no indeseable, es "sintonizar" con ella? ¡Por favor! Eso es descabellado y ofensivo. Sintonizar no es coincidir sino -hasta donde lo entiendo- es sentir, pensar, tener los mismos gustos, admirar, simpatizar con alguien. Una de las cosas en que yo siempre he insistido y seguiré insistiendo, porque responde a mi convicción, es que las personas no se dividen en blancos y negros, en buenos y malos, en izquierdistas y derechistas. No pienso que si fulano de tal es de derecha todo lo que pueda él hacer será repudiable, fascista, ajeno a los intereses populares, etc.; también podrá encontrarse en él al menos un gesto que coincida (repito: que coincida) con lo que quienes nos sentimos de izquierda podemos también experimentar. ¿Debo, por el hecho de ser Beto Ortiz una persona con maldades, considerar y afirmar que lo hecho por él esta mañana fue deplorable y que lo correcto debió haber sido que trate con mucho respeto a Crespo y le más tribuna? Es cierto que ("comprensión lectora") el tema principal de lo que aparece en este muro, arriba, no es precisamente el de la inscripción del Movadef. El tema principal es la merecida expulsión de Crespo de un programa de Televisión. No es el tema "Beto Ortiz", primero, porque -como ya lo dije- pudiera haber sido otro periodista y a mí me hubiese parecido conveniente su actitud, y segundo, porque me parece de mal gusto poner contra la pared -dejando de lado lo principal- a los periodistas que lo único que hacen es preguntar y preguntar, con sus defectos y opciones políticas incluso, pero que no son los protagonistas del drama del Perú. Hay gente que más que interesarse (o en lugar de) por lo que responden los políticos entrevistados se empeñan en buscarle defectos a los Ortices, Palacios, Deltas, Althaus, etc. Igual ocurre con las informaciones: aparece un dato delicado acerca de un mal llamado "padre de la Patria", y las baterías se dirigen contra el "mensajero". Y esto me parece ridículo. Después de leer tu comentario final no me sorprendería que alguien diga por algún lado: "Bernardo dice que habría hecho lo mismo que Beto Ortiz hizo esta mañana y, como el periodista es pederasta, debemos deducir, lógicamente que Bernardo también es pederasta". Sería, simplemente, una deducción desubicada, un razonamiento estúpido. Es decir, al final de cuentas, el tema de Sendero podría convertirse en anécdota olvidada, Crespo pasaría a segundo plano, Beto Ortiz sería la víctima de la democracia (o su victimario) y la salsa, picante o bailable, finalmente, terminaría siendo protagonizada por un pobre y vulgar "feisbuquero" con el "dial desorientado" que se atrevió a pensar en libertad. Y ya he visto cosa parecida en varios muros, en que le dan de alma a quienes solo incurrieron en el "ilícito penal" de opinar. En fin. ¡Un abrazo!
Nuevamente yo: Abimael es terrorista, un vulgar terrorista. Un pobre diablo que tuvo que mantenerse oculto, no solo de la policía, sino, especialmente, de sus propias huestes para que de ese modo se inventase la leyenda del "gran revolucionario", y lo convirtieran en una especie de dios y llegaran a creer que realmente (qué tal audacia desquiciada) era la "cuarta espada del comunismo mundial". Cuando fue capturado se desmondongó y apareció el verdadero Abimael: un profesorcito cuadriculado sin seguridad ni solidez, que con una torta fue dominado y terminó subyugado y alabando a Fujimori. Un terrorista que prefirió ensangrentar las manos de sus huestes fanatizadas, para que sus propias manos -como las de todo asesino cobarde- apareciesen limpias
Rodolfo nuevamente: Ves lo que quieres ver. Todo el post construido a partir de una actitud de Beto Ortiz, lo quieres convertir en un acto de indignación política en la que todos tenemos que ver la acción separada del individuo. No obstante, para mí (como para cualquier sujeto con formación política) le es imposible separar el mensaje o la acción del individuo. Si para ti resulta igual que Beto Ortiz, Althaus, Palacios, Deltas, Mariáteguis o cualquier periodista de su calaña defienda o se manifieste a favor de un seudo sistema democrático o de un país de cartón piedra (¿en qué más podría estar a favor Ortiz Pajuelo que aplaude el terrorismo de Estado, las desapariciones del grupo Colina, la pederastia y otras barbaridades, a las que tú alegremente llamas “defectos”), pues, entonces, me licencias a ubicarte en una sintonía determinada. Así de simple.
Mi necesaria respuesta: Ver lo que se quiere ver es también leer lo que se quiere leer. Dije, respecto de Ortiz, más arriba: "no hago apología de sus pecados, faltas, metidas de pata o delitos." Y aquí, en líneas generales digo "defectos". Y no hay contradicción ni propósito de "dorar la píldora" ni menos de llamar "alegremente" a la pederastia como defecto asumiendo que esta palabra significa algo menos duro. Los pecados, faltas, metidas de pata o delitos no son virtudes, pues, son defectos. ¿Dónde está el problema? El problema está en que a mí me asquea lo que hizo Abimael Guzmán por eso celebro el que se le haya sacado de un set de televisión a Crespo (y no me importa quien sea el periodista que lo hizo) y, aparentemente, tú tienes otra perspectiva y actitud frente a eso; creo que el hecho de poner en tu muro el video del Movadef es una muestra; por eso centras la discusión en Ortiz y no en el rechazo a los senderistas dizque democratizados. En fin, son opiniones legítimas.
Y siempre he repetido que uno de los errores de muchos es poner sambenitos a la gente: si alguien piensa diferente, pues entonces es fascista, proimperialista, etc., etc. Ahora parece que la palabra "sambenito" ya encontró un nuevo sinónimo: "sintonía". Adelante, Rodolfo.
Y, repito, parece que no me equivoqué cuando dije, arriba, que los temas van dejándose de lado, por descarte, y ahora, finalmente, la lapidación es contra este pobre y vulgar "beisbuquero".
Finalmente Rodolfo: Siempre ves y lees lo que quieres ver, pero ese es tu problema y tu sambenito. El vídeo en mi muro va con un artículo de la Declaración de Derechos Humanos ¿Tengo que explicar eso?, por favor.
Y finalmente yo: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlos, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión". Esto no tiene nada que ver con el tema de la legitimación o no de un partido político. El texto de la Declaración Universal de Derechos Humanos está divorciado del propósito del video, salvo en cuanto se refiere a las opiniones de los entrevistados.
domingo, 15 de enero de 2012
ENFADOS Y DESENFADO: EL CRISTO BELLO EN EL VELLO
lunes, 9 de enero de 2012
apenas escrito con dos letras
que suena
brilla
es palpable
húmedo
cálido
y sonríe
y a veces es la orilla de una fuente
y casi siempre reemplaza a la luna en la noche bulliciosa
y se hunde suicida en el agua que vibra
y enseguida
emerge
como
sirena de papel crepé
(es cuando la fuente se desborda
y la noche desaparece como ladrón aterrado)
Brotó anoche
instántáneo
imprudente
desafiante
como bufeo ebrio en medio de olas encrespadas
Y hoy me perturba.
(TÚ)
viernes, 6 de enero de 2012
Y YO SENTÍ QUE ME AMABA
Caminaba por la Avenida de la Peruanidad, a
eso de las once y media de la noche, más o menos; regresaba de una reunión en
Jesús María. Tenía entonces dieciocho años de edad. Desde un camión que por
allí pasaba lentamente, alguien disparaba unos piropos insolentes y
"subidos de tono" a una chica que presurosa y medio asustada avanzaba
en sentido contrario a la ruta que yo seguía. Ante aquella insolencia masculina
me atreví a pasarle la voz a la chica para, así, hacer creer que era conocida
mía. Ella lo comprendió y, de este modo, comenzó un diálogo entre nosotros,
acabándose –también- aquel grotesco e intolerable asedio del que era víctima.
Me dio su nombre y, señalando a un edificio no muy distante, me dijo que allí
vivía, cerca nomás; caballero decente y solidario, dejé de avanzar hacia donde
iba y le hice compañía. Me di cuenta de que se ponía feliz con mis palabras.
Nos sentamos en una banca y seguimos conversando. Yo llevaba entre manos un
poemario ingenuo que quería publicar pero que nunca salió a la luz. Se lo
mostré y ella se puso más feliz aún; obviamente pensó: "qué bueno, estoy
con un poeta". Sonrió y yo me alegré. Enseguida, entre tímido y audaz, la
abracé y le di un beso prolongado en la boca. Luego nos pusimos de pie, coloqué
mi brazo sobre su hombro y anduvimos un poco más. Ella iba diciéndome algunas
cosas y me preguntaba acerca de mi poesía y de mis gustos. Yo no podía
contestarle con amplitud, apenas con unos absurdos y torpes monosílabos; es que
comencé a sentirme mal. "Y ahora qué hago -me ponía a pensar, casi
desesperado-. Todo el encanto, la dicha que ella está sintiendo, puede irse al
diablo y yo podría quedar simplemente como un imbécil". Pero, en verdad,
yo ya no podía aguantar; habíamos caminado casi media cuadra y me parecía
demasiado. Pero, ¡uf!, gracias a Dios la bella chica, atraída por cualquier
cosa sin mayor importancia, volteó la mirada hacia un costado y fue cuando hice
lo que tenía que hacer para recuperar la calma, aprovechando esos brevísimos segundos
de libertad además de la cómplice y complaciente sombra que un árbol proyectaba
sobre nosotros. En un momento -lo confieso- pensé, como recurso extremo, en
tragármela; pero “no, Bernardo, esa no es la solución”, me dije. Entonces qué
hiciste, se preguntarán. Pues, caballero nomás, de un solo y violento golpe la
expulsé definitivamente. La unión estrecha, estrechísima y apasionada, de
labios y lenguas, había activado imprudentemente mis glándulas salivales
poniéndome en un casi irremediable aprieto, pues la cada vez más insoportable
acumulación de saliva inflaba vergonzosamente mi cavidad bucal. Pero, ¡ahora
sí!: gracias a la grotesca solución, la locuacidad, por fin, retornó a mis
dominios. Ajena a todo esto, Beatriz –que así se llamaba la inolvidable
tarmeña, a quien en un candoroso poema retraté como “mi pelo de choclo”- volvió
su mirada a mis ojos y, claro, yo sentí que me amaba.
domingo, 1 de enero de 2012
AÑO NUEVO
desgaritadas,
despedazadas,
disparadas, ir al cielo y quedarse en su propio
entrevero de pétalos dispersos,
chocar entre sí, odiarse con alegría y carcajadas
y caer precipitadas como desmayo mortal,
negras, inútiles, absurdas e infelices.
Vi abrazos, apuros, sueños, saludos.
Un calendario desvencijado, estrujado encontraba
su destino entre los desechos.
Trueno en el asfalto.
Ceguera a pesar de la mirada.
Otra vez el cielo y ahora el silencio.
Nostalgia.
Soledad.
Un perro ladra sin ton ni son, aburrido.
caen
una
tras
otra
como granos de maíz tostado.
Un geranio florece en la maceta
Yo
solo
lo miro
y parpadeo.
desgarrado.