Dice la Nota de
Prensa de la Universidad Complutense: "...El Rector acordó designar una
Comisión de Expertos para que evaluaran si en la Tesis (...) concurría el
requisito de originalidad exigido por el art., 38 de la Ley Orgánica 6/2001, de
21 de diciembre de universidades". Y agrega que "La Comisión de
Doctorado, ha concluido que "La Tesis doctoral analizada INCURRE EN
DEFICIENCIAS E IRREGULARIDADES al incorporar, EN ALGUNAS PARTES, textos sin
aplicar los criterios de citación y de reconocimiento de la autoría ajena que
son exigibles en la metodología científica. Considerando que tales deficiencias
e irregularidades pudieran ser determinantes de que la Tesis del Sr. Acuña
CARECIERA DEL REQUISITO DE ORIGINALIDAD exigido por la legislación
universitaria, la Comisión insta al Rector a iniciar un procedimiento de
revisión de oficio en que se habrá de recabar informes del órgano consultor
autónomo, cuyas conclusiones serán vinculantes para la Universidad."
El Artículo 38 de
la Ley Orgánica a que se refiere la Nota de Prensa de la Universidad
Complutense, .expresa que "Los estudios de doctorado, conducentes a la
obtención del correspondiente título de carácter oficial y validez en todo el
territorio nacional (...) se organizarán y realizarán en la forma que determinen
los estatutos (...) En todo caso, estos criterios incluirán la superación de un
período de formación y la ELABORACIÓN, PRESENTACIÓN Y APROBACIÓN de un UN
TRABAJO ORIGINAL DE INVESTIGACIÓN."
Como sabemos, la
originalidad de un trabajo de investigación no se pone de manifiesto en la
corrección de las citas bibliográficas, que es un asunto de carácter formal,
sino en el fondo del trabajo. Las "deficiencias e irregularidades",
al no "aplicar los criterios de citación y de reconocimiento de la autoría
ajena", "en algunas partes" del trabajo, no hacen que una tesis
deje de ser original. La falta de originalidad se determina por otros
criterios.
Pero, en fin, en
este asunto -a pesar de que han transcurrido seis meses- la cosa recién
comienza. Y yo creo -sinceramente- que hay razones para que el cajamarquino
todavía puede estar tranquilo. Y, aunque nunca he visto su tesis doctoral,
estoy casi convencido que no adolece de "falta de originalidad". Si
estoy equivocado, el tiempo lo dirá.