¿Y si en esos espacios de la televisión peruana dominaran los espacios culturales, sobreviviría la televisión peruana? Yo solo pregunto, y desconozco la respuesta (mejor dicho, me la reservo). ¿Cuándo y dónde el espectáculo cultural (ese, el que a muchos nos preocupa: de la poesía, el arte, las conferencias magistrales los conciertos sinfónicos y cosas así) ocupó, digamos significativa o mayoritariamente, un espacio en el interés de los pueblos? ¿En la Grecia de las competencias atléticas, en la Roma de los gladiadores, o en el Imperio Incaico del Huarachico? Yo solo pregunto. Mi ignorancia me obliga a preguntar, a ver si aprendo algo con las respuestas de los demás.
Verónica Mendoza
ha dicho (eso es lo que se lee en el titular de Lamula-pe) esto: "En señal
abierta dominan los realities, no hay
espacio para programas culturales".
A partir de esa
afirmación saltan mis preguntas. ¿Qué es lo que ha gozado de mayor preferencia,
a través de la historia, desde antes, mucho antes del "neoliberalismo salvaje"?
¿Los pueblos y gobernantes han dado prioridad a la poesía, al arte, a las
conferencias magistrales? ¿Los pueblos han preferido un recital, un espectáculo
teatral, una conferencia, una sinfonía, o les han parecido más entretenidos los
"realities" de las competencias atléticas en Grecia, las peleas a
muerte en el Coliseo romano, las demostraciones de virilidad y fortaleza física
en el Huarachico, aquí donde floreció el imperio incaico? ¿Qué han
preferido los gobernantes, siempre (cuando ni siquiera adivinaban que iba a
existir la "televisión basura" ni mucho menos el neoliberalismo), darle al pueblo
cultura (esa, la que a nosotros como poetas o escritores nos importa: la que ennoblece), o darle
espectáculos en los que se rinde culto a los méritos físicos, y no a las cualidades espirituales?
¿Cuándo y dónde la cultura ha tenido, realmente, presencia en el interés popular?
Esas son mis
"preguntas-reflexiones" que, por cierto (y que me perdonen todos)
están exentas de motivaciones morales y solo buscan respuestas objetivas, para
lo que ya dije: para saber o, más puntualmente, para saber lo que piensan. Mis respuestas espero darlas en alguna oportunidad posterior.
¡Un abrazo!