1
ACANTILADO
Camino por el acantilado
Como un roedor beodo de siete suelas
Buscando el lado bello de la luna
En medio de los residuos sonoros de la noche/
Soy habitante a regañadientes expulsado
Como una grosería de nácar escupida
Contra el prójimo extraviado que exuda rencores
Pero la tierra se empeña en devolverme
A esta pesadilla desgonzada de pedernal y fango
Y a los semáforos de la ciudad de calles absortas
Y húmedas alucinaciones frente al mar precipitado
Donde los amantes se besan y sobreviven
Dibujando naufragios e islas indolentes/
Y sueño aturdido con las alas perforadas del viento/
Ayer estuve aquí y ahora mientras el planeta
Gira torpemente de espaldas al sol desnudo
Con la respiración pedregosa desmorono mi mirada
Y asumo que resucitar es convertirse
En una flor de luz espiralada y piel urticante
Que me regala la memoria enrarecida de los parques
Y la turbulencia de sus sombras inflamadas
Tras la sonrisa cordifome y deshuesada que
La insolencia y la infamia trituran en el asfalto
De este vil urbano desgreñado bodegón
De frutas demoníacas y sanguinolentas/
Me detengo bajo una ponciana y escribo
A pesar de la rugosidad del deseo:
Panza de burro el cielo flatulento
Al pie de sus bordes festoneados sin disputa
Vomito frágiles palabras como pétalos
Sobre esta hoja impávida y cómplice/
Casi al filo del suicidio de las olas testarudas
Espero que los días que me quedan
No convulsionen ni se arrepientan
No jadeen ni tropiecen imprudentes/
2
CARRASPERA
Qué desorden fructuoso sobre el escritorio
Junto a la computadora
En los estantes
Casi en el piso
Casi un aniego de luz
Cojo un libro y leo/
El tiempo se contrae y deslíe
Como lágrima descolgando pesares
De tumbo en tumbo por las cornisas del templo
Extiendo los brazos
Hablo solo
El verbo es una crisálida y un resplandor
Dejo el libro y leo/
Y converso expuesto a las brasas del día perdido
La euforia de los árboles desnudos que bostezan
Escupiendo sombras sobre la luna indiscreta
De aquella ventana lenguaraz
Y la tímida melodía de los pájaros que picotean
La rala espesura de la niebla y su imprudencia
Conspiran candorosa y torpemente contra
Los gargajos de la libertad ovillada en sus alas rotas
Estropeo el libro y leo/
Casi muerto casi borroso
Cargo el montón de memorias y esperanzas
De las horas enmohecidas
Como escarabajo estercolero
Y apelo a las palabras de Kafka
Como alegato y ofensa
Como frágil soporte y desasida compañía
Como arena movediza y precipicio amordazado:
“saltar por la ventana”
Desde el asfalto llega el vaho y la duda
Pierdo el libro y leo/
A ver si sobrevivo a mi sombra reseca
De corteza desdeñada por el musgo y las polillas
Clavo mi mirada de cincel enmohecido
En la piel espuria del sol vespertino
Que tritura mi carcajada azarosa y grotesca
Y sueño con encontrar allí en ese fuego impío
El espejo del que rebote la calma traspapelada
Entre apuntes poemas y frustraciones
Recupero el libro y leo/
La indiscreción irresponsable de la carraspera me condena
Y se empeña en yugular el verbo y su carne
Es probable que de tanto soñar y lamer la sal sobrante del mediodía
La realidad desmesurada se convierta en estropajo/
El libro se estremece/ su palabra es agua/ Kafka estornuda
3
SIMPLE DESCRIPCIÓN
Para Irene Vegas García
Al fondo unos libros en ele invertida diríase un martillo
Medio enmarcando a un crucifijo despojado de la carne redentora
Que unas pinturas puntiagudas que debieran ser castañas
Escoltan indiferentes y medio descuajeringadas
Arriba a la izquierda de la mirada
Un CPU que soporta sin pesares mensajes y esperas virulentas
Al pie un monitor de cuya pantalla rebotan palabras y gemidos
Un teclado masoquista que va tragando garabatos y gladiolos
Y unos papeles delatores
Y una mesita con el cajón indiscreto
Al centro yendo hacia mi izquierda ideológica y cardinal
La mirada que duda de los recados y de la bondad de los vecinos
Que deben ronronear interrogaciones y sospechas febriles
Y esos dedos que encabritados se aprestan a las metáforas
Y la desnudez de los sentimientos
Balbuceando saludos a los amigos dizque virtuales
La mujer piensa
Medita
Trastabilla
Se arrepiente
Y finalmente se desbanda temeraria
Mis ojos descubren a la derecha
Soñadora pero libre de sueños y pesadillas
Una cama bien dispuesta
El aire suda a mares
Yo solo miro y cierro los ojos
(Son los días de la victoria
Los que persisten alucinantes y testarudos
Como un alimento imprescindible para el alma)
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(Verano del 2011)