Ustedes saben, amigos, yo no soy lisuriento, ¿verdad?😊Pero, la curiosidad es, a veces, imprudente, pues. Se me ha ocurrido darle una miradita al Diccionario de la Lengua Española (DLE), precisamente en la entrada referida a una expresión a la que suele calificarse como «malsonante» o vulgar, dizque por grosera; esta: «chucha» que, como es conocido por todos, significa «vulva» (en Argentina, Chile, Colombia y Perú, según el DLE).
Bueno, lo que he encontrado en el repertorio es algo que me ha sorprendido. La marca, referida a la naturaleza del vocablo, dice lo siguiente: «De or. expr., con 'ch' para indicar blandura»; es decir, según el DLE, el origen del sustantivo femenino «chucha» es, simplemente, de carácter «expresivo» (por la «blandura» que supone el uso de «ch-»), y -como una suerte de apoyo explicativo- nos remite a «chichi», «chocha» y «chocho», que en algunos países tienen también el mismo significado. ¿Solo eso: «de origen expresivo»? Creo que no es así, que hay un error en el Diccionario. Lo más prudente y atinado hubiera sido que pusieran esto, como marca: «De or. inc.» (o sea, de origen incierto).
Sin embargo (he aquí mi imprudencia que espero, ojalá, sea solo un pecado venial), creo que el origen del vocablo «chucha» está relacionado con algo concreto que es, más bien, duro; quiero decir que nada tiene que ver con cuestiones expresivas ni blanduras, y, claro, tampoco es de procedencia incierta. Su origen -estoy casi seguro- está en el nombre que, hace algunos siglos, se le daba a un marisco. En algún modo, tiene, como se habrán dado cuenta, una explicación etimológica que se relaciona con el otro nombre «malsonante» con que suele llamarse a la «vulva»; me refiero a «concha», que es una alusión, entre otras cosas, a la cubierta, en dos valvas, de la almeja.
Exacto: almeja. ¿Saben cuál es el otro nombre con que se conocía a la almeja, al menos durante el siglo XVII (y, claro, no sé hasta cuándo)? Se la llamaba «chucha» en Panamá; y en este país también a la vulva se la conoce, vulgarmente, con ese nombre (pero el DLE no lo menciona). La palabra era conocida, digamos oficialmente, desde fines del siglo XVIII (aparece en el Diccionario de Esteban de Terreros y Pando, de 1786), pero solo como el nombre de la muca o zarigüeya (del que se generó el uso de la palabra para referirse, también, al mal olor de las axilas).
La RAE, aparentemente, no llegó a enterarse del significado que la palabra de marras tenía en Panamá. Hubieran puesto atención en Historia del Nuevo Mundo del padre Bernabé Cobo, libro terminado de escribir en 1653 y que comenzó a publicarse muchos años después de la muerte de su autor, en 1890.
Textualmente, Bernabé Cobo escribe, entre otras cosas, lo siguiente: «Debajo del nombre de almejas se comprehenden muchas y varias conchas que se crían en las costas de los mares así del Sur como del Norte (...). En la costa de Panamá, entre la arena de la playa que baña la mar, se cría gran suma de ellas, a las cuales, en aquella provincia, llaman 'chuchas'...». Allí está, pues (repito, estoy casi seguro), el origen del nombre dado, vulgarmente, a la vulva.
Bueno, finalmente un pedido: perdónenme, por favor,
por la insolente imprudencia y la lisura.😊 ¡Un abrazo, amigos
queridos!
© Bernardo Rafael Álvarez