miércoles, 19 de junio de 2013

COMENZAR A ESCRIBIR


Para mi maestro, don Moisés Porras Matos. Con cariño y gratitud.


Mi primer poema lo escribí cuando tenía once o doce años de edad, en la primaria; era algo así como un homenaje o alabanza a Andrés Gavancho, un héroe pallasquino asesinado, en el “Cabildo” del Pueblo, por las fuerzas invasoras, en 1883. El único que supo  de ese poemita, y lo leyó con entusiasmo, fue mi padre, el maestro Rafa. No volví a escribir sino hasta cuando, ya en tercero de secundaria, don Erasmo Sandoval me pidió que diese un discurso por el "Día de la Dignidad" que ese año, 1969, se celebraba por primera vez, el 9 de octubre, por disposición del gobierno militar de Juan Velasco.  Intuyo –y no encuentro otra explicación- que mi cara debió haber parecido “cara de inteligente” para que don Erasmo, a la sazón director del colegio, se fijara en mí para tal cosa. Era el Colegio Municipal Mixto San Juan Bautista, una institución educativa sumamente humilde pero también, felizmente, muy ambiciosa, que había comenzado a funcionar en abril de 1967. Cuando don Erasmo me hizo ese pedido me alegré y asusté al mismo tiempo, pues no sabía exactamente cómo empezar a escribir el bendito discurso; así que opté por lo que me pareció el recurso más fácil: decirle a mi padre que lo hiciera. El maestro Rafa me miró de pies a cabeza y decretó: trata de hacer lo que puedas y luego me lo muestras para corregírtelo. Y bueno pues, traté de hacer, efectivamente, lo que pude. “Inficionado”  como estaba entonces de “marxismo” y cosas por estilo, llegué a mirar con la lupa medio retorcida de esa ideología toda la realidad –mejor dicho, la realidad que me rodeaba- y hasta creí que lo ocurrido un año antes en Talara -la toma de las instalaciones petroleras por parte del ejército, que esta vez se conmemoraba- había sido un ejercicio de la llamada “violencia revolucionaria” y que –como es de suponerse- merecía el aplauso sin reservas. Y, claro, eso fue lo que tuve en cuenta al redactar el texto que iba a leer ante mis compañeros y profesores. En la biblioteca de mi padre había una revista (no recuerdo bien, pero creo que era Cultura Peruana) en la que yo había leído la entrevista hecha a un sacerdote que estuvo en el leprosorio San José durante la época en que allí también trabajó Ernesto Guevara, más conocido como “El Che”; el religioso, entre otras cosas, contaba que al conversar con el que después se convertiría en guerrillero, este –en respuesta a una de sus inquietudes- le dijo, rotundo: “Es verdad: la violencia no convence, pero vence”. ¿Lo adivinaron? Pues bien -novelero, cómo no- esa frase la inserté en mi discurso. Creo que por eso me aplaudieron. El texto -mecanografiado en nuestra vetusta maquinita Underwood-, antes de ser leído,  no fue visto, naturalmente, por mi padre, porque, claro, creí que no necesitaba corrección. Digamos que salió “bien”. Estoy seguro que en gran medida lo que ayudó a que tuviese cierta soltura al redactar ese discurso fue el aprendizaje logrado, ya desde el Primero de Secundaria, al escribir mi “diario íntimo”, siguiendo –como todos mis compañeros de clase- las indicaciones y enseñanzas de quien fuera el director que inauguró nuestro Colegio, don Moisés Porras, y gracias a la inolvidable lectura de Corazón, el libro de Edmundo D’Amicis. Herenia Guzmán, entre todos los alumnos, era quien mejor hacía su diario y ponía cosas como esta, con un toque medio "verleniano": “La mañana está hermosa dentro de mi alma, pero el firmamento está cubierto de una capa negra”; yo apenas podía, tratando de ser ingenioso, escribir frases burdas como: “este día lo pasé como si no hubiera ni moscas”. Don Moisés, joven aún, llegó a Pallasca con toda su familia: la señora Mercedes Málaga (siempre en los corazones de quienes fuimos sus alumnos), y las niñas Gaby, Bexy, Liliana y Olenka. Gracias a su entusiasmo, cultura y sensibilidad artística, este huancaíno, que fue un gran maestro para nosotros, logró un cambio significativo en mi tierra, haciendo que los púberes de entonces pudiésemos mirar el mundo de otro modo -más noble- y que viésemos lo que a otros tal vez no les interesaba ver: el teatro, la literatura, la música clásica. Lo que hoy es conocido como “plan lector”, don Moisés lo hizo con nosotros: “A leer dos libros al mes”, nos ordenó. La impuntualidad, mal endémico de los peruanos, fue eliminada para nosotros: “Hoy instauramos la Hora Pallasquina”, dispuso. Aprendimos a escuchar e interpretar poemas sinfónicos: Franz Liszt se convirtió en nuestro compositor favorito.  Participamos, creo que apoteósicamente, en las tradicionales “veladas literario musicales”, con la presentación de obras teatrales que nuestro director, también profesor de Lenguaje, había escrito (Amor de madre, entre otras) o adaptado del cine (Cuando los hijos se van, por ejemplo). A pesar de las comprensibles limitaciones, las actuaciones eran realmente extraordinarias, especialmente de Gloria Valderrama, Lilia Álvarez y Walter Tapia (que era alumno de la sección nocturna). Estas veladas -en las que también se presentaba un bello número de Vírgenes del Sol, con Mechita Delgado y Lilia- se dieron no solo en la localidad nuestra sino también en otros distritos de la provincia, a donde acudimos en “excursión”. Gracias al “Mixto” (así conocíamos a nuestro colegio), Pallasca fue otra cosa, definitivamente. A nosotros, los jovencitos de entonces, nuestros amigos del otro colegio –el Agropecuario- nos llamaban, socarronamente y con algo de acierto, “los caballeritos”. Don Moisés, terminado el segundo año, se fue a Conchucos, a dirigir el Colegio de ese distrito, en reemplazo de Eduardo Yataco (escritor de literatura infantil, a quien después -ya en Lima- encontré cuando ambos estudiábamos inglés en el ICPNA).  Nos quedamos con don Erasmo Sandoval, que había llegado desde Lima para ser el nuevo director, y nuestros inolvidables profesores: entre otros, el "teacher" Mario Vidal, lleno de buen humor y de conocimientos en Inglés y religión; don Isidoro Cier, experto en matemáticas; Nerio Rubíños ("Jovenesh ilustresh", nos decía; y fue quien me hizo conocer a Javier Heraud, al prestarme el libro Poesías completas y homenaje, publicado en 1964, en que se incluían cartas del poeta). Y, por cierto, nos quedamos también con el orgullo renovado de ser pallasquinos. Por correo le envié a don Moisés algunos poemas y narraciones mías, esperando que me diera su apreciación y consejos. Así ocurrió y, además, me recomendó algunos libros y me dijo que, si alguna vez tenía la oportunidad de ir a Lima, no dejara de conocer El Palermo y el  Versailles, porque “allí escucharás leer poesía a poetas, como Calvo, Corcuera y Naranjo”. Los consejos que don Moisés me dio respecto de los versos que yo había comenzado a escribir, fueron muy útiles, porque gracias a ellos pude componer el primer “buen poema” de mi adolescencia, llamado “Color de barro”, por el que recibí el primer premio en el concurso que organizó el nuevo director de mi colegio, creo que con motivo del aniversario de la institución educativa.   Ah, pero si hay alguien más a quien le debo también el haberme metido de lleno en este bello y a veces también penoso ejercicio de la poesía, es a una linda chiquilla de la que me sentí atraído y a la que (como conté en otra oportunidad) “–por mi crónica timidez- no me atreví a decirle nada. Pero como había la necesidad de liberar en alguna forma mis emociones, opté por 'torturar' casi frenéticamente a la página en blanco con mis candorosas confesiones (…). Al año siguiente, cuando la bella e inteligente musa se encontraba en otro pueblo y, claro, en otro colegio (pues se había retirado del nuestro porque ya estaba anunciada su desaparición -que se concretó creo que dos años después-, por falta de presupuesto, y porque las gestiones para su necesaria 'estatización' no dieron resultado), por correo comencé a enviarle algunos de mis textos”  como si se tratara de una inútil e inocente declaración de amor. Ahora, tantos años después, me doy cuenta de que, en realidad, eso es la poesía: una inútil e inocente pero valiosa e insustituible declaración de amor a la vida y la libertad. Es lo que pensé cuando, niño aún, escribí aquellos versos para Gavancho, el héroe pueblerino cuya vida –como ofrenda a los pallasquinos, y en muestra de dignidad sin fechas celebratorias- se apagó frente a un pelotón de fusileros, en 1883.

 

sábado, 8 de junio de 2013

LAS CARTAS QUE REDACTÉ (Y QUE FUERON SUSCRITAS POR UN GRAN NÚMERO DE POETAS, ARTISTAS E INTELECTUALES)


POR UNA PENSIÓN DE GRACIA PARA ALEJANDRO ROMUALDO (Diciembre, 2007)




Señor Doctor
ALAN GARCÍA PÉREZ,
Presidente Constitucional de la República.
PRESENTE.

Asunto: PENSIÓN DE GRACIA PARA ALEJANDRO ROMUALDO VALLE, POETA.

De nuestra consideración:

Los que suscribimos, intelectuales, escritores y artistas peruanos, nos dirigimos a usted con todo respeto con el objeto de manifestarle lo siguiente.

ALEJANDRO ROMUALDO VALLE, uno de los más importantes y valiosos poetas nacidos en el Perú acaba de cumplir 81 años de edad. Es, ahora, un hombre anciano y enfermo, pero vigoroso, que desde su lejana juventud ha venido ofreciendo a nuestro pueblo los trascendentales productos de su talento poético. Desde "La torre de los alucinados", su primer poemario, ha sumado una serie de volúmenes que han sido muestra indiscutible de calidad, de limpieza espiritual y de amor y entrega indoblegable por nuestra patria y su gente. No obstante su innegable militancia en aquel partido que no tiene patrones, padrones ni carnés (el partido de la solidaridad con los oprimidos, el de la identificación con sus dolores, luchas y esperanzas), nuestro poeta no ha circunscrito mezquinamente su trabajo creador a lo que podríamos llamar verborrea de libelo o desborde de despropósitos. No. Su obra, ahíta de humanidad, ha sido siempre ajena a los perversos sectarismos. Pero ha sido y es, también, respetuosa del idioma y de las formas y, sobre todo, múltiple en sus propuestas. 

El poema acaso más conocido y celebrado -usted lo sabe muy bien- es "Canto Coral a Túpac Amaru que es la Libertad", un bello texto que, a partir del emocionado homenaje reivindicativo de uno de nuestros más gloriosos precursores revolucionarios, quiso ser, y lo consiguió, una suerte de arenga esperanzadora para este pueblo maltratado: una suerte de estímulo para que la recilencia, esa capacidad de levantarse como Ave Fénix y sobreponerse a las más adversas circunstancias, forme parte del espíritu de los peruanos. Gracias a él, más que esa manida y medio envilecida expresión "sí se puede", los peruanos estamos en condiciones de gritar que a nuestra patria "¡no podrán matarla!" y que, ante el oprobio y la mendacidad, resucitará permanentemente. 

Nuestro poeta, señor Presidente, necesita que el país de sus sueños y desvelos, de su trabajo y reflexión y de su esperanza, lo apoye. Sabemos que hay un expediente desplazándose por algunas dependencias del Estado con el cual se aspira a que Alejandro Romualdo Valle pueda recibir una Pensión de Gracia, conforme a la Ley 27747 y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo 107-2002-PCM. Sabemos, también, que es excesivo el tiempo que desde su inicio ha transcurrido y también que, aparentemente, son absurdas las razones o pretextos de esta dilación.

No quisiéramos que Alejandro Romualdo, uno de los más dignos de nuestros poetas, se convierta en víctima de la indiferencia y la desidia de la burocracia sin alma. Apoyémosle, señor Presidente, porque así estaremos reconociendo que el Perú sabe ser merecedor de sus creadores y que no es la madrastra de sus poetas. 

En nombre de la cultura y, cómo no, de los derechos humanos de alguien (nuestro poeta) que con justa razón debe sentirse maltratado y excluido, le solicitamos tenga a bien interponer sus buenos oficios como primera prioridad, en este caso que no sólo es de interés personal sino de sensible trascendencia nacional. Y que, sin mayores demoras, se le otorgue la Pensión de Gracia a que tiene absoluto derecho. 

Muy atentamente,

*****


POR LA LIBERTAD DE MELISSA PATIÑO (Abril, 2008):

Señor doctor
ALAN GARCÍA PEREZ,
Presidente Constitucional de la República del Perú.

Asunto: Se pide la inmediata libertad de Melissa Patiño Hinostroza, detenida injustamente en el penal de Santa Mónica.

Señor Presidente:


Es probable que debido a sus múltiples ocupaciones y preocupaciones como gobernante, el asunto que motiva la presente carta no haya llegado, hasta ahora, a ser de su conocimiento y, quizás por ello también, no comporte mayor significación.

Para nosotros, señor Presidente, es de suprema importancia. Por ello es que, con todo respeto, nos hemos permitido dirigimos a usted.

Una chica de apenas veinte años de edad, estudiante de administración de la Universidad de San Marcos, integrante de un grupo cultural que, entre otras actividades, organiza recitales en el cono sur de Lima, y, "para colmo de males", poeta, fue hace algunas semanas detenida y hoy se encuentra internada en un penal de máxima seguridad (el Santa Mónica de Chorrillos) no como si se tratara de una delincuente común, que no lo es, sino bajo la infame sospecha de algo que también es completamente ajeno a ella: ¡de terrorista! Su pecado: haber asistido en representación de su círculo cultural, reemplazando a última hora al director del programa que transmiten en una radio de su barrio, a una actividad pública y legítima en el vecino país del Ecuador. Su delito: regresar en un vehículo de transporte público en el que también viajaban personas a las que la policía atribuye vínculos con algún grupo subversivo. Kafkiana, es decir absurda, la situación de esta chica.

Nos preocupa este hecho, señor Presidente, y, más aún, nos repugna.

Melissa Patiño Hinostroza (así se llama esta chica, casi adolescente aún), vamos a decirlo con claridad: no está metida en nada que pudiera generar zozobra y muchísimo menos peligro para el Estado. Este es su non sancta situación y su "reprobable prontuario": estudia, escribe, fomenta cultura y sueña. Nada más. ¿Es peligroso todo esto, estimado señor Presidente?

No creemos razonable ni mucho menos admisible que en un país democrático y civilizado el ejercicio de lo que parecería persecución movida por una suerte de paranoia, adquiera carta de ciudadanía y legitimidad.

Esto que está sucediendo con Melissa nos hiere a nosotros como poetas, artistas e intelectuales. Nos golpea como peruanos, como personas. Sentimos y estamos seguros que es un atentado flagrante contra los derechos humanos. Pero, además, somos conscientes que lastima la dignidad de los creadores, de los que piensan, de los que sueñan.

Por ello, señor Presidente, aquí nos atrevemos a expresar nuestra absoluta solidaridad con la joven poeta, estudiante y promotora cultural Melissa Patiño Hinostroza, injustamente encerrada en una prisión del Perú. Más que por el derecho que puedan otorgarnos las leyes, lo hacemos por la facultad y el albedrío que el sentido común y la inteligencia nos prodigan.

Dele a nuestro país, señor Presidente -se lo pedimos respetuosamente- una razón más para pensar que aún hay esperanzas; que pueden cometerse errores, pero que a tiempo se aplican las enmiendas; que la razón, que el buen juicio rige el ejercicio del poder y no las emociones. Convenzámonos, señor presidente, que la libertad es sagrada y que la juventud –de Melissa Patiño y de todos- nos inspira cosas buenas y no perversidad. Que este, que es el mes de las letras, también lo sea de la inteligencia.

Ponga, se lo rogamos, atención en este caso, que no es minúsculo ni intrascendente. Y, por favor, disponga que las autoridades y funcionarios que tengan que ver en el tema, evalúen con ponderación, lucidez, justicia y celeridad, la situación de la poeta a la que estamos refiriéndonos. Y que sin pérdida de tiempo, se ordene su excarcelación, que se la libere, porque es su derecho y no merece esta traumática afrenta.

El más grave delito es haberle quitado la libertad a Melissa Patiño Hinostroza, joven poeta peruana.

“Amorosa llavera de innumerables llaves, / si estuvieras aquí, si vieras hasta / qué hora son cuatro estas paredes. / Con ellas seríamos contigo, los dos, / más dos que nunca. Y ni lloraras, / di, libertadora!” (César Vallejo).

Muy atentamente,


*****


POR EL AÑO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS (Noviembre, 2010):

Lima, noviembre del 2010
Señor Doctor
ALAN GARCÍA PÉREZ,
Presidente Constitucional de la República del Perú.

Asunto: Proponemos se declare el 2011 como AÑO DEL CENTENARIO DE JOSÉ MARA ARGUEDAS, EL ESCRITOR DE TODAS LAS SANGRES

De nuestra consideración:

Los suscritos, escritores, poetas, artistas, intelectuales, campesinos, trabajadores y estudiantes del Perú, nos dirigimos a Ud. con el objeto de manifestarle lo siguiente:

El 18 de enero de 1911 nació en Andahuaylas José María Arguedas, uno de los escritores más entrañables que ha dado nuestro país; aquel cuya obra se identifica más cabalmente con el alma nacional, con las pasiones y la esperanza de este pueblo. Se trata de un escritor cuyas obras se han convertido en inspiración y estimulo en la irrefrenable búsqueda de un futuro mejor para nuestra patria y, para la consolidación de la unidad a pesar de la diversidad. La significación de José María Arguedas no solo está en su trabajo estrictamente literario, sino en el aporte valioso que dio en el terreno de la antropología y el folclor. La revaloración y reivindicación de las manifestaciones culturales y artísticas del Perú profundo en otras palabras, de nuestra identidad- se la debemos, en gran medida, al escritor andahuaylino. Además, el reconocernos como nación -como el crisol de todas las sangres- es algo a lo que también contribuyó y sigue contribuyendo a través de su legado José María Arguedas. Dentro de dos meses se cumplirán cien años de su nacimiento. Es seguro que con tal motivo, en distintos puntos del Perú se llevarán a cabo eventos conmemorativos. Con entusiasmo nos sumaremos a ellos. No sabemos, sin embargo, qué es lo que a nivel de Gobierno y de Estado se haya previsto, pero estamos convencidos de que los estamentos públicos no deben -bajo ninguna razón- soslayar esta circunstancia. Desde hace algunas décadas, es usual en nuestro país asignarle a cada año una denominación que es, al mismo tiempo, una especie de lema de estimulo y una muestra de reconocimiento de los valores nacionales, como, por ejemplo: Año de la Reforestación o Año de César Vallejo y del Encuentro de Dos Mundos.

Queremos, señor Presidente, como un homenaje a la memoria de nuestro escritor José María Arguedas y como muestra de reconocimiento a su innegable significado y trascendencia, que el año 2011 sea declarado como AÑO DEL CENTENARIO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS, EL ESCRITOR DE TODAS LAS SANGRES.

Consideramos necesario, también, que, a través de los Ministerios de Educación y de Cultura, se promueva la edición masiva de las obras de José María Arguedas y se las difunda, a precios populares o a título gratuito, principalmente en las Instituciones Educativas de nuestra patria.

Sin otro particular, y con la seguridad de que saber ponderar lo que a través de esta Carta manifestamos, quedamos de Ud.

Muy atentamente,

martes, 4 de junio de 2013

ENTREVISTA CON EL POETA PERUANO BERNARDO RAFAEL ALVAREZ / Por: Leo Chávez Soria

ENTREVISTA CON EL POETA PERUANO BERNARDO RAFAEL ALVAREZ



"Los pocos poemas que pude leer de Bernardo Rafael Álvarez, son una mezcla de mil colores, con pinceladas desde los cuatro vientos, con la textura de la fuerza de los mares y la tranquilidad del viento y lo plasma en un fondo de un centímetro cuadrado, abstracto al sentido, más no para la comprensión".
Leo Chávez-Soria




Leo Chávez-Soria

Hola maestro, si no te molesta me gustaría hacerte una entrevista; creo que va a ser muy interesante.


Bernardo Rafael Álvarez

Gracias, Leo. Pero, en realidad, no sé qué podría aportar, hermano. Creo que casi nada.

 

Leo Chávez-Soria

No te hagas el modesto! Tu trabajo no puede pasar desapercibido. Ok ¿listo para tu primera interrogación, digo pregunta?

 

Bernardo, ¿cuál es el mejor día y la mejor hora para empezar?


Bernardo Rafael Álvarez

No hay mejor día u hora para empezar. El hecho de haber empezado algo hace que ese día y esa hora en que comenzó todo, sean los mejores de tu vida. Lo que llega después solo es el desarrollo, la consolidación, el fortalecimiento de lo que quisiste hacer. Cada comienzo es la mejor experiencia, porque es como un parto, y un parto es siempre un saludo y una celebración a la vida y a la felicidad.

 

Leo Chávez-Soria

Ya ves, sabía que empezaría muy lindo, Bernardo, sé que criticas a la izquierda y a la derecha, ¿cuál es tu posición política e ideológica?


Bernardo Rafael Álvarez

Soy o, al menos, me siento de izquierda; creo que siempre lo he sido, desde la secundaria. Pero si hubo una época en que asumía, a mi manera, una suerte de izquierda marxista, debo confesar que ahora, desde hace un tiempo, las cosas han cambiado. Yo, como muchos fui digamos "encandilado" por la utopía que nos dibujaba el marxismo, hasta que me di cuenta de que no había correspondencia entre ese bello sueño y la realidad y tampoco con lo que yo esperaba realmente: un ser humano libre, absolutamente libre. La experiencia histórica, es decir la real, demostró (como quería Marx que las cosas se demostraran: en y con la realidad) que, por ejemplo, aquello de la llamada "dictadura del proletariado" no fuese, en principio ejercicio del poder por parte del proletariado sino de camarillas despóticas y nepotistas que se "entornillaban" creyéndose y haciendo creer que eran los salvadores y los únicos dueños de la verdad, y convertían a los pueblos en súbditos "felices", ciegos y adormecidos. Hicieron que el marxismo por el que muchos se inmolaron, se convirtiese en el nuevo opio del pueblo. La derecha, por otro lado, así como la izquierda tiene de hecho cosas buenas, también tiene lo suyo. Pero es cruel y cínica también.

 

En dos palabras, me definiría como un hombre de "izquierda libertaria".

 

Leo Chávez-Soria

¿Anarquista seria la palabra correcta? ¿Esa palabra causa miedo o no? Digo esto porque los izquierdistas nunca son críticos con el partido, con el líder, con la cúpula, prácticamente esta prohibido, pero veo que tu lo haces cuando criticas a Chávez, Maduro...


Bernardo Rafael Álvarez

No, anarquista no es la palabra. Anarquía no es precisamente sinónimo de libertad sino, tal vez, de libertinaje, en la medida que apuesta por la ausencia de poder. El poder es legítimo, pero cuando no supone abuso, cuando no implica la perpetuación de una persona o de una familia o de una camarilla. El poder no debe significar, tampoco, el sometimiento cuasi "esclavizante" de las masas. El desacuerdo (pero el desacuerdo real y manifiesto, no el solapado y acobardado) debe existir como signo y condición de la democracia. Si no es así, estaremos frente a una realidad perversa. Las dictaduras deberían ser proscritas por siempre. La dictadura es mala no porque quien la ejerce sea malo precisamente, sino porque esa forma de gobernar es mala en sí misma, y perjudicial. Y, en este sentido, no hay dictaduras buenas y dictaduras malas. Todas son malas. Nadie, por ninguna razón, debería atribuirse el derecho a someter a los pueblos, ni siquiera con la bondad.

 

Leo Chávez-Soria

¿Anarquía es libertinaje? Las tribus del amazonas, llámese shipibos, ashánincas, boras, etc., viven en completa anarquía, sin necesidad, de leyes, gobiernos y fuerzas policiales, ¿eso sería libertinaje?


Bernardo Rafael Álvarez

Y, otra cosa, una dictadura no se funda únicamente a partir de un golpe de estado o cosa parecida; también puede producirse empleando los medios llamados democráticos y ser ejercida siguiendo también esas formas (el caso de Hugo Chávez, por ejemplo). Hay quienes le dan otro nombre (hablan de "liderazgo carismático" o algo así), pero en el fondo la cosa es la misma.

 

No (lo de las tribus a las que te refiere), eso no es anarquía. ¿Acaso hay desorden, caos, en esas comunidades? Lo que hay es esto que acabo de decir: comunidad. Lo que no hay probablemente son instituciones autoritarias como las que has mencionado. Pero hay una suerte de autoridad democrática: el gobierno real del pueblo.

 

Leo Chávez-Soria

Es cierto Bernardo, volviendo al tema de la Anarquía, tu sabes que en los andes del Perú, en los pueblitos de 50 y 100 familias, prácticamente viven sin autoridad, sin leyes del gobierno y sin fuerzas policiales y la violencia, el crimen, las violaciones, etc. es casi nula, ¿es malo vivir de esa manera?


Bernardo Rafael Álvarez

Eso es, en alguna forma, lo que anunciaba Carlos Marx: una forma comunitaria, plenamente comunitaria de vivir, que sería el estadio histórico al que se arribaría después de cumplida la etapa socialista. Es, sin duda, una bella manera de vivir, la ideal. Pero, evidentemente, lo que viven esas comunidades no ha sido el resultado de ese presunto "parto histórico". Lo que viven esas comunidades es algo materialmente posible, entre otras cosas porque allí se dan las condiciones y una de ellas probablemente sea el número relativamente reducido de familias.

 

Leo Chávez-Soria

No confundas VANDALISMO, DESORDEN, CAOS con la Anarquía de Bakunin, sabes que Bakunin y Marx son contemporáneos y debatían muy a menudo, mientras Marx defendía la dictadura del proletariado, mejor dicho, la dictadura de los funcionarios de estado, ¿Bakunin defendía la eliminación del Estado? ¿Dónde hay más libertad con Estado o sin Estado?


Bernardo Rafael Álvarez

No confundo nada, estimado Leo. La anarquía nada tiene que ver con el vandalismo, pero sí con el caos, con la eliminación del Estado. Yo no estoy por la eliminación del Estado sino porque el poder del Estado no sea absoluto ni abusivo, que su intervención no afecte las libertades. Obviamente mayor libertad habría sin Estado, pero eso ocurriría (supongo) cuando las sociedades alcanzaran un nivel de conciencia política elevado.

 

¿Sabes dónde hay mayor libertad? En el arte, en la poesía.

 

Leo Chávez-Soria

Eso fue un buen movimiento, Bernardo. Dímelo tú, porque en tu poesía hay bellos versos abstractos. ¿Cómo te nace escribir esos versos?


Bernardo Rafael Álvarez

Al fin hay alguien que se da cuenta de eso. Bacán, Leo. Cuando se presentó mi libro "Dispersión de cuervos" (1999) yo mencioné eso: que había mucho de abstracto en mi poesía, aparte de impresionismo, surrealismo, etc.

 

Me nació eso a partir de la conciencia de libertad. La poesía, como el arte, es básicamente el territorio de la libertad. De la libertad plena. Y la poesía, como el arte, no tiene que ser leída de una sola manera: hay lectura intelectual propiamente dicha, pero también hay lectura emocional, sensorial, afectiva., etc. Y la escritura, igualmente, no tiene por qué ir en un solo sentido (nada ni nadie puede obligarnos a escribir de tal o cual manera; es potestad única y exclusiva de quien es o quiere ser creador). Pero hay algo más. Alguna vez, en una conversación con Juan Ramírez Ruiz, le dije que a lo que yo aspiraba en algún modo era a escribir una poesía "integral" a mi manera: poesía que integre todo eso: surrealismo, impresionismo, abstraccionismo, erotismo, etc.

 

Leo Chávez-Soria

¿Cómo, cuándo y dónde nace tu inquietud por escribir poesía?


Bernardo Rafael Álvarez

Hace algún tiempo, al responder a una entrevista, conté algo de esto: "Cursaba el tercero de secundaria, en Pallasca -mi tierra-, y me sentí enamorado de una compañera de aula a la que –por mi crónica timidez- no me atreví a decirle nada. Pero como había la necesidad de liberar en alguna forma mis emociones, opté por "torturar" casi frenéticamente a la página en blanco con mis candorosas confesiones. Ahí comenzó todo. Al año siguiente, cuando la bella e inteligente musa se encontraba en otro pueblo y, claro, en otro colegio, por correo comencé a enviarle algunos de mis textos. Nunca recibí una respuesta pero, aun así, me sentí satisfecho y, diría, feliz. Una nueva y noble sensación empezó a envolverme, de la que no puedo ni quiero liberarme: el gozo de la escritura. Sí, pues, la poesía busca eso: darnos placer y hacernos felices." Ah, lo que no conté entonces fue que el primer poema que escribí lo hice cuando aún estaba en la primaria, en quinto; eran unos versos dedicados a un héroe de mi pueblo, Andrés Gavancho, que fue asesinado durante la Guerra del 79.

 

Leo Chávez-Soria

¿Hasta hoy en día utilizas tu poesía para conquistar?


Bernardo Rafael Álvarez

No! Nunca la he utilizado para eso. Nunca la he utilizado. No sé, en realidad, si resulta útil o, mejor dicho, si es utilizable. Lo que ocurrió en aquellos tiempos fue solamente una suerte de desahogo cuando ya todo estaba perdido.

 

Leo Chávez-Soria

Es verdad, se escribe poemas de amor cuando todo está perdido. ¿Cuál es la diferencia entre la poesía limeña y la provinciana?


Bernardo Rafael Álvarez

Odioso, innecesario e inconveniente sería hacer comparaciones. Hay (mejor dicho, "habemos") poetas provincianos malos y también los hay buenos. Hay poetas limeños buenos y también de los otros.

Hay poetas provincianos que se rebelan contra la "poesía limeña" y hay limeños que ningunean a los provincianos.

 

A Vallejo alguien lo llamó "llorón".

 

¡En fin!

 

Leo Chávez-Soria

¿Existe esa discriminación entre autores Limeños y del interior como antaño o cambió?

¿Cómo que no te gusta hablar del tema de las diferencias


Bernardo Rafael Álvarez

Las cosas han cambiado, naturalmente. Pero no porque la actitud sea distinta de parte de los que se sienten dueños de un presunto "canon literario" o cosa parecida, sino porque -definitivamente- los provincianos ya se ubicaron -definitivamente ya se ubicaron, con vigor e irreversiblemente.

 

No me refiero a diferencias, Leo.

 

Me refiero, en todo caso, al tema de la discriminación que pareciera ir quedando atrás.

El tema de calidades que lo vean otros, los que tengan o crean tener autoridad para ello.

 

Leo Chávez-Soria

Me refiero en las diferencias poéticas, temas, formas, métricas, estilos y por supuesto a la facilidad de publicar...


Bernardo Rafael Álvarez

Bueno, en cuanto a facilidad para publicar creo que ahora resulta algo más fácil. Mi libro "Los bajos fondos del cielo" lo saqué digamos artesanalmente: en la impresora conectada a mi computadora.

De calidades (formas, estilos, etc.), repito, prefiero no hablar.

 

Leo Chávez-Soria

¿En qué te inspiras para escribir un poema? Te pregunto, porque cuando leo un poema tuyo -como "Que me entiendan", prácticamente hablas y piensas en todas las cosas; como te dije antes es prácticamente un poema abstracto.


Bernardo Rafael Álvarez

¿Quieres que te diga algo, Leo? Eres un buen lector. Si no el único, creo que eres uno de los pocos que "ha dado en el clavo": has captado lo que hago con mis poemas. Te respondo con lo que respondí en la entrevista a que me referí antes: "Mis poemas -qué puedo decir- nacen a veces por pedazos, o como el "big bang", a partir de notas (ocurrencias, metáforas...) escritas en unas libretitas que yo mismo confecciono."

 

Leo Chávez-Soria

¿Para crear un poema así, pensar miles de cosas y reducirlo en unas cuantas líneas, te debe tomar tiempo, verdad?


Bernardo Rafael Álvarez

Aunque últimamente lo que escribo son poemas más sencillos, más cortos, casi instantáneos. Pero los anteriores sí me han costado trabajo, realmente.

 

Leo Chávez-Soria

¡Te entiendo! ¿Quién es el poeta que te inspira o que te sirve de modelo a seguir? ¿Puedes nombrarme unos nacionales y extranjeros?


Bernardo Rafael Álvarez

Modelo. Inspiración. No sé. Creo que me inspira el mundo y sus entreveros; el ser humano y sus conflictos; la vida y sus frustraciones y esperanzas. El hedor. La luz. La sombra. Los poetas, quiero decir su poesía me enriquecen.

 

Leo Chávez-Soria

¿Tienes autores favoritos? Y cuando leo tus poemas siento que eres incomprendido, poco apreciado, algo como que tus poemas dijeran: Hey, los míos son mejores que aquellos. ¿O me equivoco?


Bernardo Rafael Álvarez

No. No lo dicen ni lo insinúan. Simplemente son y existen y se muestran ante quienes quisieran verlos. Nada más. No sé en qué parte de lo escrito por mí puedes haber algo que pudiera ser leído así. Me interesan Vallejo, Pound, Hinostroza, Heraud, Oquendo de Amat, Westphalen, Watanabe, Ramírez Ruiz, Andrea Cabel, Tulio Mora... y muchos más.

 

Leo Chávez-Soria

¿Existe un parámetro para medir la calidad de un poema?


Bernardo Rafael Álvarez

Esa pregunta me la he hecho más de una vez y, si mal no recuerdo, la hice a algunos amigos. Ahora creo que no existe uno en particular. Un poema, su significado, no se mide con reglas científicas. Mucho tiene que ver el efecto fundamental que genera en el lector: la conmoción. Lo que a mí me conmueve no puede conmover a otro. Y, así, ese poema será bueno, de alta calidad, para mí y probablemente no para el otro. Es un tema subjetivo, aunque haya críticos que piensen lo contrario.

 

Leo Chávez-Soria

¿Quién se encarga de clasificar y calificar un poema como, poesía abstracta, impresionista, surrealista, realista, rebelde, etc.?


Bernardo Rafael Álvarez

El lector, simplemente el lector.

 

Leo Chávez-Soria

Personalmente me parece muy comercial categorizar los poemas, es ponerlo al nivel de cualquier producto, como la coca cola, clásica, dieta, zero, etc, ¿no te parece?


Bernardo Rafael Álvarez

Pero, en realidad, hacer esa "categorización" es solo para dar a entender que existen, queramos o no, ciertas diferencias. Nada más. Y, además, quiérase o no, los poemas también son productos, productos culturales. Son hechuras humanas. Tradicionalmente se les ha caracterizado como creación noble pero, repito, son productos. El poeta es un hacedor, como lo es un artesano, un panadero, un tejedor. Que el producto del poeta tenga una consideración mayor es otra cosa. Y está bien que sea así.

 

Leo Chávez-Soria

¿Pero con qué derecho se atreven a envasar algo que sale del alma?


Bernardo Rafael Álvarez

Ah, bueno. Pero "mientras no choquen con Chocano"; es decir, en tanto no alteren el poema y, en otro plano, no atenten contra los derechos de autor, no creo que haya ningún problema. Un poema, como objeto artístico, cuando sale de las manos del poeta le pertenece a todos; al poeta solo le pertenecen los llamados "derechos morales".

 

Leo Chávez-Soria

Tocando el tema moral, ¿cuál es el papel del poeta en la sociedad? ¿Crees que actualmente cumplen su función a cabalidad?


Bernardo Rafael Álvarez

El papel del poeta en la sociedad -como la del zapatero es hacer zapatos- es hacer poesía. Pero si decide, además de ello, dedicarse, por ejemplo, a la política, está en todo su derecho. Si quiere ser de izquierda o quiere ser de derecha, es su potestad, libre y total, elegir la opción. Nadie puede imponerle tareas. Nadie puede ejercer dominio sobre el poeta.

 

Leo Chávez-Soria

Es un papel muy simplón, para alguien muy importante, es prácticamente decir, ve, entra a la política y rodéate de la burocracia estatal, ¿no te parece que debe tener un papa el mas ambicioso?


Bernardo Rafael Álvarez

La ambición, las ambiciones, son propósitos que cada persona se impone. Un poeta puede imponerse la ambición de ser un luchador social y está -repito- en su derecho hacerlo. Pero si su ambición es escribir y seguir escribiendo poesía, ¿eso es simplón? ¿Escribir poesía es algo simplón?

 

El papel del poeta, su rol en la sociedad, tiene que ser determinada por él mismo. Un poeta (lo dije en una oportunidad) es un hacedor; no un operario sometido a mandatos de un patrón.

 

Leo Chávez-Soria

Digo más ambicioso, como crear una cultura de lectura, promover y desarrollar talentos, tener un medio de comunicación o un programa donde se promueva el lanzamiento de nuevos libros, en palabras simples, mas allá de su arte... Ejm.: Los tenistas tienen su fundación.


Bernardo Rafael Álvarez

Ah, eso. Hay poetas que lo hacen. Son editores, activistas culturales, organizan recitales. Incluso tenemos, en el Perú, el Gremio de Escritores. Hay quienes desarrollan actividades en lo que se ha dado en llamar el "Plan lector", etc.

 

Leo Chávez-Soria

Que bien, pero no es muy promovido masivamente. ¿Se puede vivir decentemente como poeta, sin dedicarse a otra labor?


Bernardo Rafael Álvarez

Ahí está la cosa, caracho. Desconozco si algún poeta vivió de la poesía. Por eso dije al principio que no estaba seguro si la poesía era útil. La poesía lo que nos da es placer, aunque a veces ese placer pueda parecerse al masoquismo. Jajajaja!

 

Leo Chávez-Soria

Aparte del masoquismo que lo disfrutas, te dará otras alegrías, ¿verdad? ¿Tus hijos también heredaron esa pasión por la poesía?


Bernardo Rafael Álvarez

Bueno, la alegría me la dan mis hijos. Eso sí. Tienen otras preocupaciones, otros intereses. Son libres.

 

Leo Chávez-Soria

Bernardo, ¿cuál es la pregunta que nunca te preguntaron?


Bernardo Rafael Álvarez

Esta: "¿Para qué escribes poesía?". Y, la verdad, nunca podría contestarla. Pero, sabes una cosa, me hizo bien conversar contigo. De verdad. Mucho bien.

 

Leo Chávez-Soria

¿Por qué, Bernardo?


Bernardo Rafael Álvarez

Es que a veces uno quisiera decirle a alguien lo que piensa respecto de cosas como esta, la poesía. Y eso es lo que ha ocurrido ahora.

 

Leo Chávez-Soria

¿Es tan difícil encontrar a alguien con quien conversar de poesía? Me pasa a mí. ¿Te refieres a eso?


Bernardo Rafael Álvarez

Sí, eso quise decir. Lo que me hace pensar que, además de ser sinónimo de libertad, la poesía también pareciera ser esto: orfandad.

 

Una dulce orfandad.


Leo Chávez-Soria

¿Es orfandad, o eres ermitaño?


Bernardo Rafael Álvarez

No, para nada.

 

Leo Chávez-Soria

¿Cuál crees que sea la tendencia de la poesía en el futuro?


Bernardo Rafael Álvarez

Tengo la sospecha de que en la poesía del futuro habrá mucha fragilidad. Será menos intensa de lo que todavía es. Primará lo visual y auditivo. La tecnología ha creado y sigue creando un nuevo lenguaje. La poesía será afectada por la tecnología (no sé si para bien o para mal). Tal vez sean productos desechables. No lo sé.

 

Leo Chávez-Soria

Tienes razón, muchos poetas jóvenes hacen sus propios fondos, fotos y diseños para escribir su poesía, no lo veo nada mal, el poeta en el futuro será fotógrafo, diseñador y un experto en programación. ¿Es malo esa tendencia?


Bernardo Rafael Álvarez

No, no es nada malo. Al fin y al cabo la poesía es una suerte de expresión del ser humano y el ser humano se expresa de distinta manera en las distintas etapas de la historia. El ser humano nacido y crecido en esta era tecnológica piensa y, en algún modo, siente diferente. El arte y la poesía que produce, por ello también es diferente. Es legítimo que así sea. Y lo más importante es que ya los productos culturales van poco a poco dejando ser de élites o para élites. Eso está bien.

 

Y no hay razón para escandalizarse como, por ejemplo, se escandaliza (y se pone nostálgico) el gran Mario Vargas Llosa.

 

Leo Chávez-Soria

¿Qué opinas de MVLL que recorre el mundo defendiendo el neoliberalismo, como la única fuente de salvación?


Bernardo Rafael Álvarez

Hace algún tiempo dije, y lo repito ahora, que yo soy libertario y no liberal. Porque ser liberal es, a pesar de lo que pueda parecer literalmente la palabrita, someterse a una ideología que, como sabemos, es perversa. Ser libertario es una profesión de fe sin ataduras y sin íconos o estatuas que alabar. El neoliberalismo (la experiencia lo demuestra) es la exacerbación de esa suerte de "ideología" perversa del capitalismo. Vargas Llosa tiene derecho de celebrar el neoliberalismo y de hacerle propaganda. A mí no me convence. Prefiero al novelista y al intelectual que reflexiona acerca del arte y la literatura. Y, en eso, coincido con él mayormente.


Leo Chávez-Soria

Pero nadie tiene derecho de irse en contra de los más pobres, como él lo hace. Nadie puede defender la codicia y la avaricia e irse contra los sentimientos, eso inclusive es irse en contra del arte, porque el arte es sensibilidad, ¿no te parece?


Bernardo Rafael Álvarez

Todos tenemos derecho a opinar. Y a discrepar. Y lo que Vargas Llosa es opinar. Y los demás discrepamos con él. Nada más.

Leo Chávez-Soria

No es así tan simple, es más complejo que solo una opinión: Camus decía: “Hay una ambición que deberían tener todos los escritores: ser testigos y gritar cada vez que se pueda y en la medida de nuestro talento, por quienes se hallan en servidumbre”.

 

Para terminar Bernardo, ¿qué consejos les darías a los jóvenes que se inician en esta hermosa forma de vida que es la poesía? Cómo empezar a escribir? ¿Cómo mantener la disciplina de perseverar? Etc, etc.


Bernardo Rafael Álvarez

Claro, conozco esa opinión de Camus. Sin duda, tenía autoridad para decirlo. Pero, insisto -y que me perdonen quienes opinan diferente-: creo que nadie (menos los poetas) tiene el "deber de". Y nadie tiene el derecho de señalarle deberes.

 

¿Consejos? Nadie me haría caso, supongo. Solo podría decir qué es lo que he hecho yo siempre: leer, escribir y no perder de vista un diccionario. Y respetar, aun en la discrepancia y la pelea.

 

Leo Chávez-Soria

Gracias por tu tiempo, por tus experiencias, por tus poemas y por la línea editorial de tu conciencia. Saludos y hasta la próxima.


Bernardo Rafael Álvarez

Y supongo que también por mi testarudez. Jajajaja. Un abrazo, Leo. A ti las gracias, por esta conversación y por tu amistad y paciencia.