Hay quienes dicen que si los fujimoristas “se
ponen muy sabrosos”, PPK –siguiendo el ejemplo del ex dictador preso- debiera
cerrar el Congreso. Y sugieren que, como justificación, le bastaría con hacer
esto: alertar a la población diciéndole que “no me dejan trabajar” y, ¡zas!, dar el
“golpe final”.
¿Si "no le dejan trabajar”, PPK debiera
hacer eso, lo que el 5 de abril de 1992 hizo el ahora “ejemplar” Alberto
Fujimori?
Aquí mi respuesta:
“El
Presidente de la República, efectivamente, tiene la facultad de disolver (o
"cerrar") el Congreso, pero no por motivaciones infantiles, por
pataletas ("mami, el malo del Pepe no me deja jugar; pégale, ¿ya?")).
Democrática, constitucional, legal y legítimamente, solo puede hacer eso el
Presidente de la República, cuando el Congreso ha censurado o negado su
confianza a dos Consejos de Ministros. Hacerlo por otras razones sería, simple
y llanamente, caer en dictadura. ¿Una dictadura de PPK sería el destino
"ideal" de nuestra nación, nuestro más caro sueño realizado? Luz
Salgado, según leo en un diario, en su discurso al ser elegida Presidente del
Congreso, ha hablado de las "rupturas constitucionales que nunca más se
repetirán, porque aquí todos estamos comprometidos con la defensa de la
democracia", es decir, no más 5 de abril. ¿Nosotros, los que hemos votado
contra la hija de Fujimori, debemos decir lo contrario: sí al autogolpe, pero
al autogolpe "ppcausista"? Yo jamás estaré de acuerdo con esto,
porque estaré siempre contra las dictaduras (cualquiera sea su color o su
inclinación política, de derecha o de izquierda). Si otros piensan o esperan lo
contrario, "sus razones tendrán"; pero, por cierto, razones democráticamente
inaceptables.”
Y aquí mi réplica respecto de que “yo” soy
quien está sugiriendo lo del “autogolpe”:
“¿Cuándo
o dónde he dicho que PPK "haría in autogolpe"? Digo que eso, lo del
autogolpe, lo estás sugiriendo tú ("porque ya su jefe preso dio el ejemplo
de cerrar el Congreso") como un "remedio" al "no lo dejan gobernar";
si no, lee lo que pusiste:
"un golpe inteligente de PPK consistiría en alertar a la población que no
lo dejan gobernar. Así se desgastarán hasta que él pueda dar el golpe
final". Repito: el cierre o disolución del Congreso, hecho legalmente, se
da solo por lo que ya expliqué (Art. 134 de la Constitución: "El
Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha
censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros"); no como un
acto de "astucia" (a la espera de que los "saboteadores" se
desgasten o cosa por el estilo). Lo demás (explicaciones históricas acerca de
lo que ocurrió durante la más excrementicia dictadura que vivió el Perú,
ejercicios de adivinación sobre la sinceridad o mendacidad de lo dicho por una
congresista fujimorista, u otras cosas) no viene al caso concreto; es decir, lo
que importa es lo que ocurra a partir de ahora. Pero, bueno, si ahora dices que
el asunto está en el posible cierre motivado por la eventual censura de dos
gabinetes, significa que por fin estamos coincidiendo.”
Y como se me dijo que “si la situación se
hace insoportable” y “si no queda más remedio”, PPK debe recurrir a eso que
Fujimori “enseñó”, mi respuesta irónica fue esta:
“Ah, pues
entonces no me equivoqué en mi comentario. Diré entonces: ¡Viva el eventual
autogolpe ppcausista, alentado por las mentes lúcidas de mi país! ¡No a la
falsa democracia! Anticipémonos: vayamos cocinando la santa dictadura del
gringo que, naturalmente, será una dictadura llena de bondad, porque en el
universo del maniqueísmo hay dictaduras buenas y dictaduras malas. Y, por último:
¡Viva Fujimori por el bendito ejemplo que nos legó: si la oposición se te pone
"sabrosa" e insoportable no te preocupes, causita, la cosa es fácil:
usa la palabrita mágica, DISOLVER, y enseguida cierra el congreso y asunto
resuelto. ¿Queremos una verdadera democracia? Sí, pero la que esté de nuestro
lado, incluso (o sobre todo) si llega a convertirse en dictadura. En otras
palabras: sí a un nuevo 5 de abril, pero un 5 de abril “ppcausista” porque
estos son los "cincos de abril" que a nuestra patria le hacen falta. ¡Gracias
por convencerme!”